El jugador argentino Nacho Batallán considera que está evolucionando y progresando en el juego que está realizando junto con su compañero Manu de Amo, con quien llegó a las semifinales del torneo de Melilla y a los cuartos de final de la Copa del Rey de Maspalomas del mes de abril.

«La verdad que estamos mejorando nuestro juego. Este es el segundo año que llevamos jugando juntos, hay parejas que llevan más y esa sincronización dentro del campo hace la diferencia muchas veces. Estamos trabajando, mejorando nuestro juego y estamos sobre todo encontrando nuestro juego que es lo más importante de todo», comenta Batallán.

En estos momentos están aprovechando para apretar «fuerte con las sesiones de entrenamiento» por el mes y medio que hay entre la competición de Melilla y las dos siguientes, Ayamonte y Laredo. Aún así, comenta que muchas veces es complicado para los dos «por el escaso tiempo libre» que tienen debido a sus actividades laborales. «Manuel tiene su propio despacho de abogados y yo tengo mi empresa también y las horas libres escasean». Añade que sacan tiempo libre de donde pueden, que intentan entrenar tres días en semana y que el objetivo principal es «hacer un buen papel siempre» además de divertirse jugando.

Nacho Batallán también indica que «las horas de entrenamiento son sacrificadas», pues tienen que realizar la práctica deportiva cuando terminan sus jornadas de trabajo sobre las 14.00 ó 15.00 horas para hacer «una hora u hora y media de entrenamiento».

Respecto al entrenamiento físico, dice que «cada uno la lleva por su cuenta» pero como su empresa se dedica precisamente a la preparación física, dice que la lleva siempre al día. «Soy bastante riguroso, intento entrenar siempre la parte física y Manuel le dedica su parte también».

De su compañero Manu de Amo señala que lo mejor es llevarse «bien fuera del campo», ya que posteriormente «dentro del campo todo es mucho más sencillo en los momentos más complicados, cuando vas perdiendo, si llega una derrota inesperada o cuando cuando los resultados no acompañan».

«Manu es un tipo con mucho temperamento, tiene esa capacidad de sacarte pelotas que ni te lo esperas y eso da mucha confianza al juego», comenta de su compañero. Para poder dar un salto de calidad, la clave cree que está en «trabajar mucho más» para «culminar esos puntos» que les faltan «para marcar la diferencia con otras parejas».