Siguen haciendo historia en el vóley playa. El billete para los JJOO está cada vez más cerca. Liliana Fernández y Elsa Baquerizo han saboreado la gloria en dos ocasiones en menos de un mes. Tras la medalla de plata en Sochi (Rusia) y el bronce en Cincinnati (USA), se sitúan en la duodécima posición del ranking mundial, algo que les sitúa en el mejor camino para la cita de Brasil.
Y si las chicas están en uno de los mejores momentos, la pareja masculina no se queda atrás. Herrera-Gavira también están de enhorabuena. Repitieron medalla de forma consecutiva en cuestión de días para seguir acumulando puntos y posicionarse entre los mejores para los ansiados Juegos Olímpicos. Primero fue el oro en el Abierto de Xiamen, en China. Después, y también en ese país llegó el bronce en el Abierto de Fuzhou. Una hazaña que les sitúa en la octava posición del ranking.
Ambas parejas han hecho bien los deberes y tienen pie y medio en Río de Janeiro. Hasta el momento, se sitúan en buena posición en el ranking pero lo cierto es que hay que esperar a una fecha clave, la del 13 de junio. Será entonces cuando se publique el ranking de las quince primeras parejas que acudan de forma directa a Brasil.
Ahora sólo cabe pensar en la próxima cita en ambas categorías. Y seguir sumando. Llega una nueva oportunidad en el Abierto de Moscú, uno de los más importantes previo a la lista junto con el Open de Hamburgo.
Un total de veinte parejas serán las elegidas para participar en los JJOO de Río de Janeiro. Una competición que no sólo se ciñe al ranking. Las cinco restantes tienen otra oportunidad para soñar por medio de la Continental Cup. Un requisito existente tanto en categoría femenina como masculina.
España tiene opciones de acudir tanto por ranking, gracias a lo obtenido por Fernández-Baquerizo y Herrera-Gavira como por Continental Cup ya que está clasificada para la final en ambas categorías.
En ese caso, habría un representante más de España. Sería entonces turno para Lobato-Soria y Marco-García. De momento, toca ceñirse a lo seguro y dejarse de cábalas, porque gracias al buen hacer de nuestras mejores parejas de vóley playa nacional ya tenemos casi asegurado el billete directo a Brasil.
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