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La Copa del Rey y Copa de la Reina Iberdrola está a la vuelta de la esquina. Por ello, queremos hacer un breve repaso de los puntos clave a tener en cuenta en el formato de competición.

La popularidad del vóley playa ha convertido a este deporte en un must del verano, que cada año ocupa una idílica ubicación. Tanto para los seguidores en grada como los jugadores en cancha, todos tienen un objetivo en común; que su equipo consiga el triunfo.

El pistoletazo de salida de la competición tendrá lugar el viernes 29 de abril con los primeros enfrentamientos de la fase de grupos, en los que 8 parejas lucharán por hacerse con un hueco. La jornada del sábado resolverá la segunda y tercera ronda de grupos con el pase a la primera ronda de eliminación directa.

Con los nervios a flor de piel, el matinal del domingo arrancará con las semifinales masculinas y femeninas para dar paso a los merecedores del bronce. Avanza el día, y con él se acerca el desenlace de la Copa del Rey y de la Reina Iberdrola que pondrá fin a las disputas por levantar el título de la temporada.

Este año la sede de la competición se ubica en Cala en Bosc (Ciutadella) del 29 de abril al 1 de mayo para poner sobre la arena a los mejores jugadores de vóley playa del panorama nacional e internacional. Previo al evento, lo jóvenes valores del vóley playa menorquín protagonizarán la competición local en el club ciudadella.

Defenderán el título en Menorca Nathan Matos-Timothee Platre, en el cuadro masculino, y Daniela Álvarez-Tania Moreno, en el femenino. Estas dos parejas son las actuales campeonas de la Copa del Rey y de la Reina.

Haz un hueco en tu agenda y déjate sorprender por el mejor espectáculo deportivo del momento, donde más de 500 aficionados disfrutarán de la fusión que ofrece la isla: música, deporte y turismo.

El 8 de junio celebramos el Día Mundial de los Océanos. Una jornada que trata de concienciar sobre la importancia que tienen estos en nuestro planeta. Los océanos juegan un papel crucial para la vida de todas las especies.

Desde el Madison Beach Volley Tour promovemos el proyecto ‘Olas Vivas’, que quiere seguir concienciando a las personas de la importancia de cuidar nuestros mares y océanos, mantenerlos limpios y respetarlos cada vez que acudimos a una playa o zona de litoral. quiere celebrar el #DíaMundialDeLosOcéanos y

Según un estudio del Parlamento Europeo, entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas de plástico acaban en el mar cada año. En consecuencia, actualmente hay en los océanos más de 150 millones de toneladas de plástico. De los cuales, el 49 % es plástico de un solo uso.

El Madison Beach Volley Tour no solo lleva deporte y diversión a las playas españoles, sino que también se intenta concienciar a todas las personas allí presentes de la necesidad de cuidar los mares.

Además, jugadores, aficionados, instituciones y organización se involucran directamente con el proyecto entre partido y partido.

En conclusión, los océanos y los mares son de todos y mantenerlos limpios no cuesta nada. Pon tu granito de arena y súmate al #DíaMundialDeLosOcéanos y al proyecto ‘Olas Vivas’ para tener mañana los océanos que quieres tener hoy.

Si has asistido a un torneo de vóley playa en el que compitiese Ignacio Batallán, seguro que has conocido a la pequeña Sofía. El ‘amor de su vida’, como él le llama, ha compartido con su padre entrenamientos, torneos y partidos. 

Ignacio le ha transmitido a Sofía desde pequeña su pasión por el vóley playa, un modo de vida. Hoy, en el Día del Padre, hemos querido charlar con él sobre cómo ha sabido compaginar su faceta de papá y de jugador del Madison Beach Volley Tour. 

¿Cómo ha sido y es para ti compatibilizar la paternidad con tu dedicación al vóley playa / actual trabajo de entrenador?

Bueno, no es nada fácil, pero merece la pena, requiere de muchísima organización ya que una jornada laboral normal mía es de unas 10 horas, luego sacar tiempo para entrenar y a su vez educar a mi hija. No es sencillo, pero claro está que se puede a base de mucho esfuerzo y sobre todo enseñar a ella a poder adaptase a cada entorno en el que se encuentra. Mientras yo trabajo, los días que estoy con ella, ella está entrenando, jugando, o bien estudiando en el centro de entrenamientos y si estoy entrenando vóley playa ella está entrenando también o ayudando a que nosotros entrenemos ( nos ayuda a recoger balones 😅 algún grupo de niños), siempre pero siempre tiene que entrenar.

¿Cómo lo has llevado cuando has tenido que viajar?

A las horas de viajar es toda una aventura para mí, mi compañero y los jugadores el circuito [risas].

Cada fin de semana que tengo competición y es mi fin de semana con ella, ella viene conmigo a los torneos, ahora es más grande y es mucho más fácil, pero algunos años atrás era una aventura, pero lo lindo del vóley playa es la gente que lo practica. Siempre siempre que he viajado con ella a los torneos much@s jugares estaban disponibles para ayudarme a cuidarla mientras yo entraba en calor y jugaba. En los momentos libres es un disfrute como padre poder compartir con mi hija el día entero viendo vóley playa y jugando con ella.

¿Compartes tu pasión por el vóley con tu hija?

Comparto muchísimo con mi hija el voleibol desde muy pequeña, pero mucho más en la cuarentena que me ha tocado por suerte pasarla con ella. El vóley ha sido el deporte estrella, todos los días jugábamos a dar toques y enseñarle a jugar un poco, más allá de los paseos y entrenamientos que hacíamos todos los días.

¿Te gustaría verla algún día compitiendo en el Madison Beach Volley Tour?

Me encantaría verla competir y jugar en el circuito nacional y, por qué no, a nivel internacional.

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La jugadora gaditana Marina Saucedo es una todoterreno. Dentro de la pista lucha cada punto hasta el final y no da un partido por perdido hasta el último punto. Fuera de ella intenta ser mejor cada día y se involucra al máximo con los niños a los que da clase, ya que su pasión es la docencia por ello estudió la carrera de Magisterio.

En 2019 se colgó la plata en el Tarragona International Open Trofeu Repsol y el bronce en la Copa de la Reina Iberdrola de Maspalomas. Los terceros puestos en la Copa de Primavera de Madrid, WEVZA de Quarteira y en los MBVT de Melilla y Ayamonte demuestran la garra de esta jugadora y todo lo que pelea por llegar a lo más alto en cada torneo.

No te pierdas el reportaje ‘Marina Saucedo, una profesora todoterreno en la arena y en la pista’ en el reproductor superior del artículo, en el inferior o en este enlace. ¡Disfruta con esta entrevista a fondo con una de las jugadoras más destacadas del circuito femenino!

La temporada de Liliana Fernández y Elsa Baquerizo ha tenido el mejor de los finales posibles. El que seguro habían soñado al principio del año y con el que deseaban acabar un 2019 que pese a los buenos o malos momentos que haya tenido, ha acabado en lo más alto que podían imaginar: con la clasificación olímpica para Tokio 2020 bajo el brazo.

Al finalizar el partido ante las alemanas Ittlinger/Laboureur solo podían abrazarse y llorar de la alegría. El último punto se resolvió con suspense, ya que un challenge solicitado por las germanas hizo esperar unos segundos más lo que todo el mundo ya celebraba: la clasificación de Lili y Elsa para los Juegos de Tokio 2020, sus terceras olimpiadas juntas de manera consecutiva.

Este fue el colofón de una temporada que comenzó muy pronto, concretamente en el mes de enero en La Haya (Holanda) con un quinto puesto. Esta posición era bastante buena para iniciar el año con buen pie y la siguiente competición les llevó a Xiamén (China) para entrar de lleno a la temporada. En tierras asiáticas finalizaron en 17ª posición. Posteriormente encadenaron tres novenos puestos en Itapema, Jinjiang y Varsovia, una posición que también repitieron en el 5 estrellas de Gstaad después de volver a finalizar 17ª esta vez en el Mundial de Hamburgo.

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Tras recuperar fuerzas y firmar un quinto puesto en Espinho, aunque posteriormente otro 17º en el 5 estrellas de Viena, llegó su mejor momento de la temporada. El bronce en el Europeo de Moscú les llenó de confianza de cara al Campeonato de España de Fuengirola, donde no consiguieron ganar pero lograron acabar también terceras. Previamente habían quedado quintas en el 4 estrellas también disputado en Moscú, puesto que repetirían casi un mes después en las Finales del World Tour de Roma.

La última prueba de la temporada iba a tener el mejor de los premios preparado para ellas. Era el preolímpico de China, disputado en la ciudad de Haiyang, donde la perseverancia pero sobre todo las ganas de aprovechar la oportunidad que tenían entre manos les hizo lograr el objetivo. A pesar de perder dos partidos, lograron avanzar en cada ronda que se les presentó hasta ganar los cuatro últimos encuentros, sobre todo el último de todos que era a una ronda única y que daba a las ganadoras el pase a Tokio 2020. Y lo consiguieron.

El año que viene se presenta más que apasionante para esta pareja acostumbrada a estar en lo más alto y a codearse con los mejores. Todo el calendario y todos los torneos que disputarán lo harán encaminados a prepararse y a llegar en las mejores condiciones a los Juegos Olímpicos de la capital japonesa del próximo verano.

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Marina Saucedo es chiclanera de nacimiento y profesora y jugadora de voleibol y voléy playa por vocación. Cuando era niña comenzó a jugar a este deporte y pronto se enganchó. Durante el invierno se pone las zapatillas y las rodilleras y se lanza a la pista, y en el verano no pasa un momento fuera de la arena para disputar las pruebas del Madison Beach Volley Tour.

En la temporada de playa no se separa de Nazaret Florián, su compañera y gran amiga con la que tiene una confianza plena y con quien se entiende a la perfección. Su objetivo lo tiene claro: ganar la prueba de Laredo, la ‘Catedral’ del vóley playa español. Ejemplo de disciplina, pasión y trabajo, Marina se dedica también a la educación por la pasión que tiene por los niños. A sus alumnos intenta inculcarles que con organización todo se puede hacer en la vida, personal y profesionalmente. No te pierdas el reportaje de Marina Saucedo, una profesora todoterreno en la arena, pinchando en el reproductor de la parte superior de la página.

Raquel Palma reflexiona sobre lo que ha sido para ella el circuito Madison Beach Volley Tour 2019 y sabe las cosas que le han salido bien y las que tiene que mejorar. Este año va estudiar y trabajar en Valladolid, donde también vive su compañera Paula Santamaría, lo que va a permitir que entrenen con más regularidad y puedan centrarse en mejorar y pulir detalles al máximo de cara a 2020 con la ayuda de un entrenador.

Pregunta: ¿Qué sensaciones te ha dejado el circuito 2019? ¿Qué balance haces de él?

Respuesta: Al final Fuengirola nos dejó buen sabor de boca pero hemos tenido un verano raro. No hemos podido dar lo que siempre dábamos, no hemos podido entrenar mucho y teníamos sensaciones raras. Psicológicamente a lo mejor no estábamos bien, físicamente no habíamos entrenado mucho juntas y hemos tenido un verano y un circuito un poco malo, pero luego recuperamos. En Fuengirola dijimos de jugar sin presión como hemos jugado siempre. Nosotras no tenemos un físico o unas condiciones de ser altas, sino que a nosotras nos caracteriza la garra y luchar. En Fuengirola logramos hacer nuestro juego otra vez y estamos contentas con el resultado.

P: ¿Cómo es la compenetración que tienes con tu compañera Paula Santamaría?

R: Somos amigas dentro y fuera de la pista. En el campo tenemos una compenetración que ya solo con mirarnos sabemos lo que una va a hacer o cómo tenemos que ponernos la bola. Tanto dentro como fuera Paula es un gran apoyo.

P: Este año vas a poder entrenar junto a Paula en Valladolid. ¿Cómo os va a ayudar esto a mejorar?

R: Yo este año no voy a jugar pista, entonces desde ya estamos entrenando tanto gimnasio y en la playa. Aquí en Valladolid lo malo es el tiempo, así que vamos a aprovechar lo máximo porque luego en enero a lo mejor hay que parar y meterse más en el gimnasio. Lo que va a mejorar es que vamos a entrenar juntas y eso se va a notar mucho.

Raquel Palma, de verde, durante un partido de la temporada 2019.

P: ¿En qué os vais a centrar para mejorar en vuestro juego de cara a 2020?

Aparte de los entrenamientos y estar bien físicamente, que este año hemos bajado y estuvimos peor, también el tema psicológico. Como dijo Paula un entrenador nos va a ayudar a gestionar esos momentos para gestionar la energía y saber qué hacer en cada momento del partido, saber manejar los tiempos también.

P: ¿El año que viene queréis mejorar sensaciones o también mejorar posiciones en los torneos?

R: Al final entrenas todo el año y lo que quieres es mejorar posiciones, pero sobre todo que estemos cómodas y una vez se haya trabajado se fijará el objetivo de subir puestos. También recuperar sensaciones pero creo que no hay problema porque eso se logra pronto. En Fuengirola ya las recuperamos. En resumen, mejorar sensaciones, en los entrenamientos, el juego y subir posiciones. Somos muy competitivas las dos.

P: ¿Cómo combinas el trabajo y los estudios con los entrenamientos y torneos?

R: Como he estado jugando pista hasta ahora en verano lo tenía más libre y no tenía problema, pero ahora que he venido a Valladolid para estudiar mi prioridad va a ser esa. Estoy trabajando también pero es al mediodía con los niños, donde ayudo en un comedor a la hora de la comida. Por un lado tendré que estudiar las oposiciones y luego entrenar a las 18:00 cuando salga mi compañera de trabajar. De tiempo por ahora voy bien, lo único que tengo que centrarme ahora en estudiar más.

La jugadora cántabra Paula Santamaría ha finalizado su cuarto año en el circuito nacional con un séptimo puesto en Fuengirola, lo que le da muchas fuerzas para seguir entrenando y mejorando. Junto con su compañera Raquel Palma, a quien considera su amiga y tiene total confianza con ella, pretende dar un salto de calidad el año que viene. La temporada 2020 la podrán preparar en Valladolid, ya que ambas residirán en la misma ciudad y tendrán más tiempo para poder entrenar juntas.

¿Qué balance haces de la temporada 2019?

Al final hemos dado un subidón porque empezamos el circuito un poco mal no consiguiendo en muchos pasar de las previas. Al final este año hemos podido entrenar muy poco y el haber conseguido un séptimo puesto, sobre todo en Fuengirola, que era como la fase final, nos enorgullece y nos motiva para seguir entrenando y esforzándonos. Los partidos que perdimos en los cruces fueron 2-1, súper igualados y al final acabamos motivadas.

¿Qué planificación vas a seguir ahora de cara al circuito del próximo año?

Raquel este año va a estar en Valladolid como yo y vamos a entrenar juntas aquí. Estamos pensando en formalizarlo un poco más para conseguir patrocinadores y entrenar todo el año. Empezaremos a entrenar más en serio a partir de noviembre porque ahora estamos aterrizando de haber acabado el circuito de este año.

¿En qué detalles os habéis fijado para mejorar el año que viene e incrementar el nivel de vuestro juego?

Aunque Raquel y yo llevamos años jugando juntas y nos conocemos súper bien, y aparte somos amigas fuera del campo, tener un entrenador que nos pula los defectos que podamos tener nos va a dar un salto de nivel importante. Sobre todo trabajar muchas veces la cabeza. Por mucho que físicamente estés bien, si anímicamente no lo estás y no sabes dirigir un partido desde tu campo, eso lo vamos a trabajar bastante y nos puede dar la oportunidad de ganar partidos igualados que ahora estamos perdiendo.

¿Qué tal con Raquel Palma como compañera? ¿Cómo te compenetras con ella?

Raquel es una persona súper importante tanto dentro como fuera. Nos conocemos súper bien, somos muy buenas amigas y eso nos beneficia como pareja deportiva. Sabemos la vida personal de cada una y cuando una está de bajón o alegre eso lo sabemos aprovechar. Nos conocemos tan bien que sabemos en qué momento una está mal o tenemos que apretar cada una. Es una persona a la que le cuento todo tanto deportivamente como de temas personales, la confianza es total.

Paula Santamaría junto a su compañera Raquel Palma durante un partido.

¿Cómo combinas durante el año el trabajo con los entrenamientos y los torneos?

Lo bueno de mi trabajo es que tengo un horario fijo. A partir de las 17:00 horas es cuando voy al gimnasio y sobre las 18:00 hacemos los entrenamientos. Así me da tiempo a trabajar, descansar un poco y entrenar. En invierno es más fácil ya que los torneos que hay son solo los fines de semana y tengo más disponibilidad par poder ir. En verano tengo que pedirme días e intentar cuadrar con otros compañeros para que me cubran. En la empresa en la que estoy me permiten flexibilidad para pedirme ciertos días.

En cambio, torneos como el de Melilla pillan más a desmano y a la hora de viajar tengo que pedirme dos días aunque juegue el viernes. El transporte es más complicado y lo bueno es que en ese torneo nos dan ayudas económicas para el transporte y el alojamiento, pero hay veces que por tiempo es inviable. Yo tengo el hándicap de estar trabajando y no me permite ir. Eso desemboca en el bonus y a la hora de los premios se nota que al no poder asistir a una prueba por trabajo no te lo justifican en los torneos. La flexibilidad que da el torneo a la gente que tenemos trabajo es un poco más complicada.

No sé si sería una solución ampliar el cuadro de clasificación por hacerlo en menos días. Al final se beneficia a estudiantes o quienes no tienen una responsabilidad de un trabajo. Es un poco el problema que yo me encuentro para compaginar el vóley playa en un circuito como el Madison Beach Volley Tour, que ahora mismo en España es el más importante y el que tiene más reconocimiento nacional.

Eres ingeniera de diseño industrial. ¿Cómo decidiste hacer esta carrera? ¿Fue por vocación?

Estudié Ingeniería y estuve un año haciendo un Máster en Barcelona. Empecé Ingeniería Industrial en Santander pero no me gustó por ser demasiado técnica y a mí siempre me había gustado la creatividad y el diseño. Buscando otra opción de salida vi que había esta Ingeniería, me vine a Valladolid a estudiarla y estoy encantada porque me ha dado la opción de ir a Barcelona a estudiar el Máster. A partir de ahí entré como becaria en una empresa y ahora me contrataron aquí en Valladolid.

La jugadora madrileña Claudia Santisteban, que ha jugado esta temporada su cuarto curso junto a su tocaya y amiga Claudia Maestri, hace balance de lo que ha sido el circuito Madison Beach Volley Tour 2019. Se muestra muy contenta por haber quedado quinta en Isla Canela y Fuengirola y tiene claro qué deben mejorar ella y su compañera de cara al año que viene. Mientras se toma un descanso deportivo para desconectar, aprovecha para avanzar y finalizar sus estudios en psicología transpersonal.

Pregunta: ¿Qué balance haces de la temporada 2019?

Respuesta: El balance de la temporada es positivo, ha sido una temporada complicada porque se hacen largas. Hemos tenido tanto mi compañera Claudia como yo diversos problemas personales pero los hemos sabido sacar adelante y conseguir terminarla bastante bien con un quinto puesto en Fuengirola. Quedamos novenas en Melilla, Tarragona y en Laredo y quintas en Isla Canela y Fuengirola. Los novenos puestos, salvo en Laredo que se nos quedó una sensación agridulce porque no nos salió nada bien, en el resto de torneos que hemos quedado novenas las sensaciones han sido positivas porque los partidos que perdimos para eliminarnos fueron siempre 2-1 y muy ajustados.

Cuando quedamos quintas ha sido fenomenal, mi compañera y yo disfrutamos un montón, fue muy emocionante la verdad. El Campeonato de España fue la guinda del pastel enfrentarnos a Lili y a Elsa y poder medirnos ante ellas y ver dónde y cómo estamos y fue una despedida bonita de la temporada. Teníamos varios cruces y el que queríamos era ese, sabíamos que era el más difícil pero lo disfrutamos mucho.

P: ¿Cuál es la planificación que estáis haciendo ahora de cara a 2020?

R: Ahora estamos descansando y desconectadas que también es necesario por el deporte en sí, no por nosotras, y luego retomarlo con más ganas porque las temporadas al final son largas, pasamos mucho tiempo juntas y al final mis problemas los sufre mi compañera y yo sufro los suyos en la medida que los tengamos ella o yo. Ahora estamos un poco más separadas aunque mantenemos el contacto, porque para mí es una persona muy especial y yo para ella. Estamos muy encima la una de la otra siempre preguntándonos qué tal, pero no vivimos cerca. Ahora estamos un poco más distantes y en Navidad o así ya nos pondremos de cara a la temporada que viene.

P: Ya llevas jugando 4 temporadas con Claudia Maestri. ¿Qué tal es tu relación con ella?

R: Con Claudia tengo una relación muy especial. Es una persona a la que puedo ver todos los días o puedo no verla en tres meses y sé que va a estar ahí apoyándome tanto dentro como fuera de la pista. Como compañera es un 10 y como jugadora es excepcional, todo el mundo que la conoce sabe las cualidades que tiene. Es una jugadora que engaña porque la ves y es bajita pero después tiene unas cualidades y una actitud para este deporte que nadie puede con ella y después como persona yo le agradezco el apoyo que me aporta. Si tengo un problema es la primera que se preocupa, es muy observadora. Tú puedes decirle que no estás bien y te va a seguir insistiendo porque es muy atenta con las personas y aunque muchas veces no nos veamos o aunque no hablemos durante un tiempo, ella va a estar ahí. Me siento muy arropada y agradecida de todo lo que me ayuda.

P: ¿Qué aspectos de vuestro juego planteáis mejorar para 2020?

R: Claudia y yo somos dos jugadoras con muchos hándicaps para este deporte. El primero, la altura, y después la experiencia. Aunque ya llevamos cuatro años somos una de las parejas más inexpertas del circuito. Hay jugadoras ya con mucho nombre y mucho peso y nosotras tenemos que mejorar prácticamente en todo. Somos jugadoras muy activas, muy apasionadas, muy sentidas que cuando van las cosas bien se nos nota que estamos muy bien, pero cuando las cosas van mal se nota que no tenemos todavía un nivel 100% asentado.

Tenemos muchos vaivenes, muchos altibajos y creo que entrenando también la cabeza vamos a mejorar bastante el juego en general. Después tenemos que mejorar puntos técnicos como recepción, colocación si tenemos un juego muy rápido o si queremos que sea más rápido de lo normal para evitar muchos bloqueos y para pillar a la gente en movimiento. Tenemos que mejorar mucho la recepción y la colocación y en general todos los aspectos del ataque.

Yo celebro más los puntos de mi compañera y ella celebra más los míos. Creo que es muy bueno y muy bonito a nivel de compañerismo que ella se alegra por mí y yo por ella. Al final estamos compitiendo y es muy importante no ser egoístas y en este caso no lo somos. Buscamos siempre lo mejor para la que tenemos al lado porque buscamos lo mejor para nosotras. Para mí es muy importante ese apoyo y si no lo sintiese yo no podría jugar con mi compañera. Para mí es imprescindible sentir ese apoyo y muchas de las remontadas que hacemos es gracias a eso. La gente nos conoce como las ‘peleonas’, las ‘pesadas’.

P: Este año disputasteis una prueba del World Tour en China. ¿Repetiréis el año que viene?

R: Nos gustaría volver a repetir la experiencia de ir a una prueba del World Tour, fue muy bonita y muy gratificante. A mí me gustaría y a mi compañera creo que también. Otra cosa es que no se pueda porque al final coinciden muchas pruebas con el circuito nacional que para nosotras es nuestra prioridad, entonces si se da la situación que se puede a nosotras nos encantaría aumentando nuestra experiencia a nivel internacional.

P: En tu vida personal estudias psicología. ¿Cómo lo combinas con los entrenamientos y torneos?

R: Yo no estudio psicología universitaria sino psicología transpersonal, que es un poco más especial y diferente a la psicología tradicional. A nivel transpersonal trabajamos las emociones con nuestro cuerpo y basarnos en ellas para focalizar la energía y superar cualquier topo de trauma, recuerdos o algunas situaciones y poder tener una vía de escape. Personalmente me ha ayudado un montón, y animo a la gente que no lo conozca que investigue un poco sobre el tema, es muy interesante y es muy diferente. Las personas solo buscan esta psicología cuando la tradicional no les ha funcionado. Es muy interesante y muy eficaz para los deportistas poder controlar las emociones dentro y fuera del campo.

Al final para mí el tema de estudiar o no estudiar no es una excusa. Mi compañera está haciendo ahora la carrera de Derecho, ya tiene la de Nutrición y cuando entrenamos es la que más entrena. Mi máster es semipresencial, tengo que ir los fines de semana y he faltado algunos porque tenía que ir a competir pero siempre que lo lleves con compromiso yo creo que el deporte es imprescindible, nos tiene que ayudar a organizarnos mejor y no que sea una excusa que nos quite tiempo. Si lo usamos como excusa para que nos quite tiempo lo estamos haciendo muy mal. 

Cati Pol y Aina Munar son dos jugadoras que este año no han frecuentado los podios, ni las finales, ni los primeros puestos de los torneos. El nivel es muy alto y hay parejas que han demostrado mucho nivel a la hora de copas las principales posiciones. Aún así ningún factor en contra les ha hecho rendirse y con mucho esfuerzo y constancia han completado una primera temporada juntas con un gran resultado que guardar en su palmarés.

El cuarto puesto logrado en el Campeonato de España de Fuengirola, cayendo en la semifinal ante las que fueron a la postre las campeonas, Amaranta Fernández y Ángela Lobato; y en el partido por el bronce ante las número uno del ránking nacional, Liliana Fernández y Elsa Baquerizo es una demostración de que si uno trabaja con dedicación y entrega los resultados acaban llegando.

Este resultado tiene aún más mérito teniendo en cuenta que las jugadoras mallorquinas comenzaron su andadura en la última ronda previa. En ella lograron superar a la dupla Bonet/Pallarés por 2-0 y se presentaron sin demasiados apuros en el cuadro principal.

En la primera ronda de la fase final tuvieron que medirse a Claudia Maestri y Santisteban y de nuevo la solvencia fue la palabra que definió su partido: 2-0 (21-16, 21-15). En la segunda ronda se jugaban el pase a cuartos de final frente a Liliana Fernández y Elsa Baquerizo, pero la calidad de estas últimas hizo que se acabaran llevando el encuentro 2-0 (21-15, 21-8).

De esta manera tenían que acceder a la repesca y jugársela en cada encuentro para avanzar de ronda, pero su tesón y constancia les iba a permitir seguir ganando partidos en el Campeonato de España. Primero vencieron a Ana Vergara y Luana Araco 2-1 en un encuentro muy igualado. Tuvieron que jugarse el pase a la repesca de nuevo en un tie break ante Olga Matveeva y Tania Moreno, pero de nuevo consiguieron tener la suerte de su lado. Por si no era suficiente, el pase a las semifinales también tuvo que decidirse en el tie break, esta vez ante Nazaret Florián y Marina Saucedo y otra vez se lograron imponer en el tercer y definitivo set del encuentro.

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Esta victoria les permitía avanzar a semifinales, donde se las iban a tener que ver ante Lobato/Fernández. La malagueña y la catalana dominaron como en todo el torneo y apearon a Cati Pol y Munar del torneo, pero de todas maneras lo que ya habían logrado era para estar muy orgullosas. En el partido por el bronce cayeron de nuevo ante Elsa Baquerizo y Liliana Fernández, pero pusieron las cosas difíciles pues el marcador fue finalmente 18-21, 20-22.

Finalmente se quedaron con un cuarto puesto que, lejos de saber a poco como le podría haber sucedido a cualquier pareja, a ellas les dejó muy satisfechas por el esfuerzo realizado y por no haber perdido nunca la fe en su juego en todo un Campeonato de España Absoluto.

La jugadora sevillana Nazaret Florián se encuentra ya lista para afrontar el grueso de la temporada del circuito Madison Beach Volley Tour 2019, con cuatro torneos en dos meses, donde hay uno de ellos que destaca por encima del resto por lo especial que es para ella y por lo que supone.

Cuando se le pregunta por una final que quiera disputar este año, no duda ni un instante de la respuesta: «Laredo». Desde 2013 ha jugado todas las finales y ha salido campeona en tres ocasiones. «Nunca me he quedado fuera de una final en Laredo, siempre en los últimos años he estado pisando podio quedando primera o segunda y la verdad que me haría muchísima ilusión repetir el título. El año pasado quedé segunda y me encantaría poder repetir este año, sería muy especial».

Otro título que le haría mucha ilusión ganar y que siempre se le ha resistido es el Campeonato de España de finales de agosto. «En Fuengirola también llevo tiempo quedando en el podio y nunca he podido ganar. Para mí es un objetivo en mi carrera ganar algún día el título de campeona en Fuengirola y si fuera este año con Marina imagínate, encima somos muy amigas».

Precisamente la buena relación con Marina es una de las cosas que más destaca de esta temporada, la primera que juega con ella en arena. «Para mí Marina es una gran amiga, compartir pista con ella y viajar con ella es una pasada. Está siendo un verano muy divertido y me alegro mucho de haber tomado esta decisión de jugar con ella este año. Nunca habíamos entrenado juntas, nos cuesta un poco compaginar horarios para entrenar pero creo que somos dos personas súper competitivas y al final a la hora de jugar sacamos casi de donde no hay y tiramos para delante».

El paso que les falta dar es el de «meterse en una final». En lo que va de temporada han alcanzado ya dos semifinales, en Maspalomas y Melilla, y Nazaret lo considera muy bueno para lo que han podido entrenar. «Hemos  compartido pista en voleibol varios años pero en playa es la primera vez. Estamos contentas porque acabó la temporada de pista muy tarde y casi no pudimos entrenar y para nosotros era un resultado muy bueno».

Para preparar los torneos que vienen del Madison Beach Volley Tour, Ayamonte y Laredo en julio y Tarragona y Fuengirola en agosto, señala que se ha inscrito a varios torneos previos y se encuentra muy motivada para ello. «Vamos a jugar un torneo WEVZA, después haremos algunos torneos en Asturias, estoy apuntada con Nuria Bouza en el 4 estrellas de Espinho y ya de seguido Ayamonte, Laredo y Tarragona».

 

 

Tania Moreno y Daniela Álvarez se adelantaron ganando 15-21 el primer set de la final del torneo de Melilla y muchos pensaron que las sólidas Paula Soria y Belén Carro podían caer derrotadas. La victoria la vendieron finalmente muy cara, ya que a pesar de perder el segundo set, Álvarez y Moreno cayeron en el tie-break nada menos que por un ajustado 17-15.

Se quedaron a tan solo dos puntos de enlazar dos victorias importantísimas, ya que a la de Melilla le hubieran sumado la que ya no les va a quitar nadie, la de campeonas de la primera edición de la Copa de S.M. La Reina Iberdrola de Maspalomas. Aún así, lo que quedó claro es que esta pareja promete dar mucha guerra y no ofrecieron lugar a dudas de que van a estar peleando en todos los torneos por llegar a lo más alto.

Tania y Daniela son jóvenes, muy jóvenes, pero les sobra calidad por los cuatro costados. Y si con apenas 17 años ya están en los primeros puestos del vóley playa nacional podemos dar por hecho que el futuro está asegurado con jugadoras como ellas que, además del alto nivel que ofrecen, siempre juegan con la mayor de la motivación y de las ilusiones.

El primer partido de la ronda final de Melilla empezó con susto. Teresa Zunzunegui y Amparo Hopf se llevaron el primer set por 22-20 y tocaba remontar. A pesar de iniciar su andadura en la playa de San Lorenzo con mal pie, todo remontó para las jóvenes jugadoras desde ese momento hasta la final. Este encuentro lo acabaron venciendo 2-1 y los dos siguientes lo hicieron sin ceder ningún set. Aina Munar y Sofía González en la ronda de ganadores y Nazaret Florián y Marina Saucedo en las semifinales no pudieron hacer nada para parar a Daniela y Tania.

Después llegaría la gran final y las fuerzas se vieron igualadas frente a la pareja favorita del torneo, la formada por Paula Soria y Belén Carro. Aún así, y pese a la experiencia de la alicantina y la madrileña, les costó ganar y sacar el partido adelante como se vio en el tercer set, que hasta el último momento no se sabía quién lo podía ganar ya que hubo un momento en el que el marcador estuvo igualado 15-15.

Por delante quedan los torneos de Ayamonte, Laredo, Tarragona y Fuengirola para que esta pareja siga demostrando todo lo que tiene dentro, que poco no es y lo que tiene es mucho talento. Los aficionados y seguidores al vóley playa están de enhorabuena por poder contar para los próximos años con dos jugadoras que cuando se juntan pueden llegar a ser imparables y a buen seguro que lo aprovecharán tanto en las competiciones nacionales como en las internacionales en las que participen a lo largo de su carrera.