Cuando Nathan Matos y Roberto Sanfélix ganaron el punto definitivo en la última repesca masculina del Campeonato de España, se echaron al suelo de la emoción. Roberto no pudo contener la emoción y lloró de alegría, rabia y emoción. Tras una temporada de mucho esfuerzo para ambos, habían conseguido meterse en las semifinales del torneo nacional y tenían la opción de entrar en la final.

Nathan no salía de su asombro mientras muchos de sus amigos y compañeros se acercaban a él para felicitarle. Otros, en cambio, acudían a por su compañero Roberto, que estuvo varios minutos emocionado boca abajo en la arena hasta que se pudo levantar. En el banquillo aún le duró la emoción y no era para menos. La oportunidad de jugar una semifinal y de repetir enfrentamiento ante la pareja número 1 del ránking como son Adrián Gavira y Pablo Herrera no sucede todos los días.

El partido para acceder a las ‘semis’ fue duro. Enfrente estaban Daniel Moreno y Pablo Pérez, una pareja no muy fácil de superar. Tras 1 hora y 2 minutos de partido donde el marcador fue de lo más igualado (22-20, 17-21, 15-17) ambos estaban en la semifinal. Su lucha y entrega fue incesante en todo momento y cada punto era una lucha que no querían perder. Sus compañeros y amigos les animaban y alentaban desde las proximidades de la pista y cada paso que daban hacia la victoria era un impulso en sus brazos y en sus piernas.

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Su camino en el torneo iba a terminar precisamente casi donde lo empezaron. Nathan y Roberto entraron directamente en el cuadro principal y vencieron en el primer encuentro a Saucedo/Duque 1-2. En el segundo, la cosa se iba a complicar ya que se tenían que medir a Herrera/Gavira. El pronóstico se cumplió y la pareja internacional española ganó 2-0 y envío a la dupla Sanfélix/Matos al cuadro de repesca.

Ahí iban a tener que remar mucho si querían llegar lo más lejos posible en el torneo. Un tie break ganado ante Ramírez Chueca/Kamenov en casi 1 hora de juego ya hacía ver lo preparada que estaba esta pareja en el Campeonato de España y lo mucho que iban a luchar. En el siguiente partido ganaron 2-0 pero no ante cualquier pareja, ya que fue a Manu de Amo y Nacho Batallán. El impulso con el que venían era majestuoso y con todas las ganas y motivación se plantaban en la última ronda de repesca antes de las semifinales.

En el ya citado partido, esta pareja perdió el primer set 22-20. Lejos de venirse abajo, remontaron el segundo 17-21 y en el tie break lograron llevarse la contienda de su lado 15-17. Eso sí, su rival Pablo Pérez tuvo que ser atendido a mitad del encuentro por encontrarse mal y probablemente eso mermó las posibilidades tantos suyas como las de su compañero Daniel Moreno.

Con el pase a semis ya en la mano, solo quedaba disfrutar y divertirse, pues todo lo que llegara a partir de ese momento iba a ser ya un regalo. Delante volvían a tener a Adrián Gavira y Pablo Herrera, pero lucharon mucho el encuentro. Un doble 21-15 (2-0) permitió a la pareja olímpica acceder de nuevo a la final, pero Matos y Sanfélix ya habían llegado más lejos de lo que ellos podían pensar.

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El partido por el tercer puesto lo debían haber disputado ante los hermanos Monfort, pero una desafortunada lesión de Vicente en un dedo de la mano les impidió jugar tanto este partido con la semifinal a la que también se habían clasificado. De este modo, y por esta circunstancia, Roberto y Nathan finalizaron terceros en la prueba del Campeonato de España 2019 y además Matos fue galardonado con el premio MVP Grace al mejor jugador masculino del torneo gracias a los votos de los usuarios en redes sociales con la etiqueta #MVPGrace.

Las lágrimas de Roberto y la incredulidad de Nathan eran totalmente auténticas y genuinas. Dos jugadores que no acostumbran a estar en finales ni muchas veces en la primera línea de los torneos habían llegado a lo más alto y a un podio de un Campeonato de España. Pocas personas y parejas pueden hacer lo que ellos hicieron, pero todo es algo más fácil si se trata de dos luchadores sobre la arena como son ellos.