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Raquel Palma reflexiona sobre lo que ha sido para ella el circuito Madison Beach Volley Tour 2019 y sabe las cosas que le han salido bien y las que tiene que mejorar. Este año va estudiar y trabajar en Valladolid, donde también vive su compañera Paula Santamaría, lo que va a permitir que entrenen con más regularidad y puedan centrarse en mejorar y pulir detalles al máximo de cara a 2020 con la ayuda de un entrenador.

Pregunta: ¿Qué sensaciones te ha dejado el circuito 2019? ¿Qué balance haces de él?

Respuesta: Al final Fuengirola nos dejó buen sabor de boca pero hemos tenido un verano raro. No hemos podido dar lo que siempre dábamos, no hemos podido entrenar mucho y teníamos sensaciones raras. Psicológicamente a lo mejor no estábamos bien, físicamente no habíamos entrenado mucho juntas y hemos tenido un verano y un circuito un poco malo, pero luego recuperamos. En Fuengirola dijimos de jugar sin presión como hemos jugado siempre. Nosotras no tenemos un físico o unas condiciones de ser altas, sino que a nosotras nos caracteriza la garra y luchar. En Fuengirola logramos hacer nuestro juego otra vez y estamos contentas con el resultado.

P: ¿Cómo es la compenetración que tienes con tu compañera Paula Santamaría?

R: Somos amigas dentro y fuera de la pista. En el campo tenemos una compenetración que ya solo con mirarnos sabemos lo que una va a hacer o cómo tenemos que ponernos la bola. Tanto dentro como fuera Paula es un gran apoyo.

P: Este año vas a poder entrenar junto a Paula en Valladolid. ¿Cómo os va a ayudar esto a mejorar?

R: Yo este año no voy a jugar pista, entonces desde ya estamos entrenando tanto gimnasio y en la playa. Aquí en Valladolid lo malo es el tiempo, así que vamos a aprovechar lo máximo porque luego en enero a lo mejor hay que parar y meterse más en el gimnasio. Lo que va a mejorar es que vamos a entrenar juntas y eso se va a notar mucho.

Raquel Palma, de verde, durante un partido de la temporada 2019.

P: ¿En qué os vais a centrar para mejorar en vuestro juego de cara a 2020?

Aparte de los entrenamientos y estar bien físicamente, que este año hemos bajado y estuvimos peor, también el tema psicológico. Como dijo Paula un entrenador nos va a ayudar a gestionar esos momentos para gestionar la energía y saber qué hacer en cada momento del partido, saber manejar los tiempos también.

P: ¿El año que viene queréis mejorar sensaciones o también mejorar posiciones en los torneos?

R: Al final entrenas todo el año y lo que quieres es mejorar posiciones, pero sobre todo que estemos cómodas y una vez se haya trabajado se fijará el objetivo de subir puestos. También recuperar sensaciones pero creo que no hay problema porque eso se logra pronto. En Fuengirola ya las recuperamos. En resumen, mejorar sensaciones, en los entrenamientos, el juego y subir posiciones. Somos muy competitivas las dos.

P: ¿Cómo combinas el trabajo y los estudios con los entrenamientos y torneos?

R: Como he estado jugando pista hasta ahora en verano lo tenía más libre y no tenía problema, pero ahora que he venido a Valladolid para estudiar mi prioridad va a ser esa. Estoy trabajando también pero es al mediodía con los niños, donde ayudo en un comedor a la hora de la comida. Por un lado tendré que estudiar las oposiciones y luego entrenar a las 18:00 cuando salga mi compañera de trabajar. De tiempo por ahora voy bien, lo único que tengo que centrarme ahora en estudiar más.

La jugadora cántabra Paula Santamaría ha finalizado su cuarto año en el circuito nacional con un séptimo puesto en Fuengirola, lo que le da muchas fuerzas para seguir entrenando y mejorando. Junto con su compañera Raquel Palma, a quien considera su amiga y tiene total confianza con ella, pretende dar un salto de calidad el año que viene. La temporada 2020 la podrán preparar en Valladolid, ya que ambas residirán en la misma ciudad y tendrán más tiempo para poder entrenar juntas.

¿Qué balance haces de la temporada 2019?

Al final hemos dado un subidón porque empezamos el circuito un poco mal no consiguiendo en muchos pasar de las previas. Al final este año hemos podido entrenar muy poco y el haber conseguido un séptimo puesto, sobre todo en Fuengirola, que era como la fase final, nos enorgullece y nos motiva para seguir entrenando y esforzándonos. Los partidos que perdimos en los cruces fueron 2-1, súper igualados y al final acabamos motivadas.

¿Qué planificación vas a seguir ahora de cara al circuito del próximo año?

Raquel este año va a estar en Valladolid como yo y vamos a entrenar juntas aquí. Estamos pensando en formalizarlo un poco más para conseguir patrocinadores y entrenar todo el año. Empezaremos a entrenar más en serio a partir de noviembre porque ahora estamos aterrizando de haber acabado el circuito de este año.

¿En qué detalles os habéis fijado para mejorar el año que viene e incrementar el nivel de vuestro juego?

Aunque Raquel y yo llevamos años jugando juntas y nos conocemos súper bien, y aparte somos amigas fuera del campo, tener un entrenador que nos pula los defectos que podamos tener nos va a dar un salto de nivel importante. Sobre todo trabajar muchas veces la cabeza. Por mucho que físicamente estés bien, si anímicamente no lo estás y no sabes dirigir un partido desde tu campo, eso lo vamos a trabajar bastante y nos puede dar la oportunidad de ganar partidos igualados que ahora estamos perdiendo.

¿Qué tal con Raquel Palma como compañera? ¿Cómo te compenetras con ella?

Raquel es una persona súper importante tanto dentro como fuera. Nos conocemos súper bien, somos muy buenas amigas y eso nos beneficia como pareja deportiva. Sabemos la vida personal de cada una y cuando una está de bajón o alegre eso lo sabemos aprovechar. Nos conocemos tan bien que sabemos en qué momento una está mal o tenemos que apretar cada una. Es una persona a la que le cuento todo tanto deportivamente como de temas personales, la confianza es total.

Paula Santamaría junto a su compañera Raquel Palma durante un partido.

¿Cómo combinas durante el año el trabajo con los entrenamientos y los torneos?

Lo bueno de mi trabajo es que tengo un horario fijo. A partir de las 17:00 horas es cuando voy al gimnasio y sobre las 18:00 hacemos los entrenamientos. Así me da tiempo a trabajar, descansar un poco y entrenar. En invierno es más fácil ya que los torneos que hay son solo los fines de semana y tengo más disponibilidad par poder ir. En verano tengo que pedirme días e intentar cuadrar con otros compañeros para que me cubran. En la empresa en la que estoy me permiten flexibilidad para pedirme ciertos días.

En cambio, torneos como el de Melilla pillan más a desmano y a la hora de viajar tengo que pedirme dos días aunque juegue el viernes. El transporte es más complicado y lo bueno es que en ese torneo nos dan ayudas económicas para el transporte y el alojamiento, pero hay veces que por tiempo es inviable. Yo tengo el hándicap de estar trabajando y no me permite ir. Eso desemboca en el bonus y a la hora de los premios se nota que al no poder asistir a una prueba por trabajo no te lo justifican en los torneos. La flexibilidad que da el torneo a la gente que tenemos trabajo es un poco más complicada.

No sé si sería una solución ampliar el cuadro de clasificación por hacerlo en menos días. Al final se beneficia a estudiantes o quienes no tienen una responsabilidad de un trabajo. Es un poco el problema que yo me encuentro para compaginar el vóley playa en un circuito como el Madison Beach Volley Tour, que ahora mismo en España es el más importante y el que tiene más reconocimiento nacional.

Eres ingeniera de diseño industrial. ¿Cómo decidiste hacer esta carrera? ¿Fue por vocación?

Estudié Ingeniería y estuve un año haciendo un Máster en Barcelona. Empecé Ingeniería Industrial en Santander pero no me gustó por ser demasiado técnica y a mí siempre me había gustado la creatividad y el diseño. Buscando otra opción de salida vi que había esta Ingeniería, me vine a Valladolid a estudiarla y estoy encantada porque me ha dado la opción de ir a Barcelona a estudiar el Máster. A partir de ahí entré como becaria en una empresa y ahora me contrataron aquí en Valladolid.

Paula Santamaria-1

Los IV Internacionales Villa de Laredo reunirán del 21 al 24 de julio a grandes figuras nacionales e internacionales del deporte de moda estival en la Playa de la Salvé, con motivo de la tercera parada del Madison Beach Volley Tour 2016. Una de las revelaciones del circuito es Paula Santamaría (Torrelavega, 1992), que junto con su compañera Raquel Palma, han demostrado estar en la pelea por el título sobre la arena cántabra.

-Pregunta: ¿Cuáles han sido vuestras sensaciones tras las pruebas de Valencia y Las Rozas?

-Respuesta: Sentimos confianza y compenetración. Es la primera vez que jugamos juntas como pareja y nos sentimos muy cómodas. Siempre hemos jugado al voleibol en pìsta, y el salto profesional a la arena de la playa nos lo estamos tomando muy en serio. El Madison Beach Volley Tour es un gran circuito, y tanto en Las Rozas, prueba en la que llegamos a semifinales, como en Valencia, creemos que hicimos las cosas bien.

-P: Esta semana se disputa la cita de Laredo, ¿Cuáles son las expectativas?

-R: Nuestro objetivo no cambia. Volvemos a empezar desde las fases previas, por lo que nuestra intención es entrar al cuadro final y ahí luchar contra las mejores parejas.

-P. Nazaret Florián y Clara Lozano se han alzado con los dos primeros títulos del circuito. ¿Qué hay que hacer para evitar su triplete sobre la arena cántabra?

-R: Trabajar duro y luchar. Está claro que son una pareja con mucha experiencia nacional e internacional y tienen mucha calidad, pero son humanas y se pueden equivocar, igual que todos. Cada partido es un mundo, así que si nos toca jugar contra ellas lo daremos todo, como siempre. Con mi compañera (Raquel Palma), siempre nos motivamos diciendo que somos bajitas, pero muy guerreras.

-P: ¿Qué diferencia a Laredo con el resto de pruebas?

-R: Es muy diferente. Las condiciones son perfectas para la práctica del vóley playa. En Las Rozas me hundía un poco y en Valencia la arena estaba muy caliente. En Laredo, si las condiciones meteorológicas lo permiten, podemos disfrutar de nuestro deporte como en ningún sitio. Además, la afición que existe en Laredo por el vóley playa es enorme, así que habrá un espectacular ambiente en las gradas.

-P: Juegas en casa, ante tu gente, ¿presión o tranquilidad?

-R: Las dos cosas. Van a ir a verme mis amigos y mi familia, algo que por distancia no sucede en otras pruebas, por lo que tengo muchas ganas de hacerlo bien y que mi gente disfrute. Pero también existe la presión por lo contrario. En este deporte los errores son cruciales y te pueden dejar fuera a las primeras de cambio. Puede pasar de todo, incluso que ganemos la prueba. Eso si que sería un auténtico sueño.

-P: ¿Cómo está evolucionando el vóley playa en Cantabria?

-R. Creo que vamos por el camino correcto. Hay mucha afición y mucho potencial y desde las escuelas de tecnificación se está trabajando mucho para hacer crecer este deporte. Además, el vóley aquí no es un deporte de verano, se juega durante todo el año y eso es algo que debemos potenciar.

Laredo en concreto es la cuna del vóley playa. La Playa de la Salvé siempre tiene gente jugando y la gente lo vive mucho, así que los IV Internacionales Villa de Laredo serán un éxito. Es una prueba que ayuda a que crezca la afición, debido a que vienen jugadores de gran nivel y se les puede ver totalmente gratis. Animo a toda la gente a que se acerque durante este fin de semana a la tercera cita del MBVT, ¡Seguro que se divierten!