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Concluida la Navidad y de nuevo con la rutina, llega el momento de trabajar por los propósitos para el nuevo año. Uno de los más comunes es la eterna promesa de comenzar a practicar deporte… pero, ¿conoces los beneficios que te reportaría cumplirla?

El deporte mejora nuestra salud física y mental, ayuda a consolidar nuestra autoestima inculcando virtudes como la perseverancia, la resistencia al dolor, la constancia, fomenta valores como el compañerismo, la solidaridad y el respeto, contribuye a cultivar nuestras habilidades sociales.

Propósito para el año nuevo: hacer deporte

¿Por dónde empezamos? Si tienes como propósito para el año nuevo hacer deporte, aquí tienes ocho consejos que te ayudarán:

1.- Empieza por una actividad básica, o por algún deporte que hayas practicado con anterioridad. Por ejemplo, si quieres aprender a jugar al pádel, el primer paso es ponerte en forma saliendo a correr. Ya sabemos que te mueres de ganas de pegar raquetazos, pero antes hay que tener buen tono muscular. Entre otras cosas, evitarás agujetas… y lesiones. Todos tenemos un amigo que fue a esquiar «por primera vez» y se rompió los ligamentos.

2.- Si nunca has hecho deporte, empieza con actividades que no impliquen una gran dificultad técnica: montar en bicicleta, nadar o correr, o con clases dirigidas en gimnasio. Olvídate de las modas o de los deportes que hacen tus amigos: Si eliges lo que te gusta o lo que siempre has deseado practicar te sentirás estimulado a continuar.

3.- Ve poco a poco. Lo frecuente es ir a tope el primer día. Error. Planifica bien. Ponte metas a tu alcance. Por ejemplo, nadar todos los días veinte minutos. Cuando comiences a notar los beneficios del ejercicio no solo continuarás sino que posiblemente le dediques más tiempo.

4.- ¿Solo o acompañado? Depende de tu carácter, del deporte que elijas y del tiempo que tengas disponible. Si dispones de poco tiempo, sal tú solo, por ejemplo, a montar en bicicleta. A veces es más eficaz comenzar la actividad con un amigo, pero no dependas de él. No vale la excusa de «si él no va, yo tampoco».

5.- Aprovecha los días de invierno. Hacer deporte con bajas temperaturas implica que nuestro organismo aumenta la actividad metabólica, las células consumen más energía para convertirla en calor, y eso supone un un mayor gasto de calorías que nos viene muy bien para controlar el peso.

6.- No, no compres ropa nueva. Vale con la que tienes. El calzado sí es importante. No salgas a correr con zapatillas de fútbol-sala, no juegues al tenis con zapatillas de running. Aunque no lo creas, la gente lo hace, y terminan con los pies hechos polvo.

7.- Come menos, come mejor. De nada vale machacarte en un gimnasio si no cambias tu dieta.

8.- Se armónico, no descontroles.

Al comienzo puede ser duro introducir una rutina de actividad física a tu vida, pero a las pocas semanas te acostumbrarás, comenzarás a sentirte bien y lo disfrutarás. Te darás cuenta de que has cambiado tu estilo de vida.