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Lili y Elsa son dos nombres propios que solo pueden sonar juntos, no se entiende a uno sin el otro. Hablar de vóley playa femenino es hablar de estas dos leyendas de la arena. La alicantina y la neoyorquina forman uno de los tándems más consolidados y galardonados en la historia del vóley playa de nuestro país. La pareja acaba de cumplir su duodécimo año como compañeras, doce años tras los que no se han cansado de cosechar éxitos y que no han logrado mermar sus ganas de seguir haciendo historia en este deporte.

La veterana pareja comenzó su aventura en 2007, iniciando una carrera llena de éxitos entre los que se encuentran seis campeonatos de España consecutivos entre 2009 y 2014, la medalla de plata en el Grand Slam de Long Beach y el Open de Sochi en 2016, novena plaza en los Juegos Olímpicos de Río en 2016, medalla de plata en el Grand Slam de Stavanger en 2014, subcampeonato de Europa en Austria en 2013, medalla de bronce en el Campeonato de Europa de Holanda en 2012 o la novena plaza en los juegos olímpicos de Londres en 2012.

La pareja ha hablado en repetidas ocasiones sobre sus primeros pasos como tándem; “En un principio no fue decisión nuestra, sino de Daniel Rodríguez Wood, como primer técnico del Centro Especializado de Tecnificación Deportiva de Arona en el año 2006. Empezamos a jugar juntas en el CETD de Arona en la temporada 2007. Donde nos juntaron para jugar todo lo referente a la categoría Sub-21. Posteriormente, tras finalizar el ciclo en el Centro de Alto Rendimiento, y ya que existía esa química y compenetración, decidimos continuar jugando juntas”. Doce años después, ha quedado claro que se trató de una gran decisión.

En 2019, Lili y Elsa comienzan una nueva temporada jugando juntas. La primera parada fue a comienzos de enero, cuando se alzaron con la quinta posición en la prueba del circuito World Padel Tour de La Haya. La alicantina y la neoyorquina se encuentran en este momento en Tenerife preparando su décimo tercer año juntas como la mejor pareja femenina española de todos los tiempos.

Daniela Álvarez y Tania Moreno cerraron su participación en los Juegos Olímpicos de la Juventud con un quinto puesto. La asturiana y la madrileña lograron culminar un gran campeonato en Buenos Aires, quedándose a un solo paso de alcanzar las semifinales.

Las representantes españolas se quedaron a las puertas de la lucha por las medallas olímpicas. Daniela y Tania no lograron poner la guinda a un torneo casi perfecto en el que fueron superadas por las estadounidenses Devon Newberry y Lindsey Sparks. El primer round del duelo se caracterizó por un equilibrio total entre las parejas que jugaban a uno y otro lado de la red. En esa lucha de poder, fueron las americanas las que lograron dar un paso adelante para hacerse con el primer set.

Pero la pareja española, lejos de amilanarse, saltó a la arena argentina con fuerzas renovadas para dar guerra en el segundo asalto. Daniela y Tania realizaron un duro trabajo que obtuvo sus frutos al lograr forzar el tie-break. No obstante, el esfuerzo acabó pasando factura. Newberry y Sparks aprovecharon los primeros compases del tie-break para obtener una ventaja que lograrían mantener para decantar el partido a su favor.

Daniela Álvarez y Tania Moreno volverán a España con una merecida quinta plaza en los Juegos Olímpicos de la Juventud disputado en Buenos Aires. Un gran premio a una semana en que lograron demostrar que el futuro del vóley playa de nuestro país pronto estará en sus manos.

¿Qué hace un deportista cuando abandona su vida deportiva? Esta es una pregunta recurrente que se hacen muchos profesionales una vez llega su retirada. Muchos de ellos optan por continuar ligados al deporte, otros aprovechan para dedicarse a sus aficiones, pero otros muchos ponen su mirada en la vida política. Este es el caso de la exjugadora brasileña Leila Barros. La estrella del vóley acaba de entrar por la puerta grande de la política al ser elegida como senadora del estado de Brasilia, siendo la primera mujer que ha logrado ostentar este cargo.

Leila Barros, conocida como “Leila do Volei”, es uno de los rostros más conocidos y queridos de Brasil. A pesar de haber dejado el deporte profesional en el año 2014, sus compatriotas siguen recordando las medallas de bronce conseguidas con la selección en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 y Sydney 2000. Tal fue su trayectoria con el combinado nacional brasileño que, en el año 2000, fue escogida como la deportista del año por el Comité Olímpico nacional.

A sus 46 años, Leila da el salto a la política después de haber ejercido el cargo de secretaria de Deportes y Ocio del Distrito Federal durante el gobierno de Rodrigo Rollemberg. Según ella misma ha afirmado, ha sido su labor como secretaria, sumada a sus éxitos deportivos, lo que ha ayudado a estar en todo momento a la cabeza en cuanto a intención de voto.

Leila salta a la arena de la política con una marcada agenda social. Algunos de los puntos clave que la exjugadora ha reiterado es oposición al aborto salvo en casos previstos por la ley, la legalización de marihuana y la liberación del uso de armas en todo el territorio.

`Leila do Volei´ comienza su aventura como senadora del estado de Brasilia, un nuevo reto que afrontará con el mismo espíritu ganador que tenía cuando saltaba a una pista de juego.

Mireia Carreño es la juez árbitro del Open de Tarragona Trofeo Repsol 2018, y por eso hemos tenido la oportunidad de hablar con ella y que nos cuente su trayectoria hasta el día de hoy.
A sus 51 años esta barcelonesa ha estado en las pruebas internacionales y nacionales más importantes de la modalidad y tiene el privilegio de tener la licencia número 2 de arbitraje beach volley en España.

– ¿Cómo llegaste a ser árbitro?
Pues la verdad es que fue un poco de casualidad. Yo quería ser árbitro de fútbol para mandar, pero es cierto que en aquella época las mujeres no teníamos fácil acceder a ese mundo. Así que empecé como árbitro de vóley pista en 1989, y fue en el 92 cuando me estrené en el beach volley, durante las Olimpiadas de Barcelona. Fue la primera vez que se disputaban en los Juegos en modalidad de exhibición y se hicieron en Almería.
Después de esa experiencia, en el verano del 93, decidí ir a Inglaterra a estudiar. Estando allí, recibí una llamada, un árbitro se había lesionado y pensaron en mí, entonces pensé “esto es un tren que ha parado, y decidí montarme”.
A partir de ahí fui poco a poco hasta que llegó la gran oportunidad. Me escogieron árbitro oficial para los Juegos Olímpicos de Atlante 96’. Fuimos 14 árbitros de beach volley, 10 chicos y 4 chivas y yo fui una de ellas.

– ¿Qué supuso Atlanta 96’ profesionalmente para ti?
Yo en aquel momento pensé que no estaba haciendo nada especial, porque yo ya arbitraba a nivel internacional y estaba acostumbrada a viajar por todo el mundo. Pero años después si que me planteé que lo hice allí fue muy importante. Compañeros como Chema Padrón me han llegado a decirme que yo los abrí el camino, ahí es dónde tomé conciencia de los que hice hace 22 años en los JJ.OO.

– ¿Qué es lo que mas recuerdas de aquellos Juegos Olímpicos?

Durante de los Juegos de Atlanta hubo un atentado en hotel, y los responsables decidieron que los árbitros no podrían estar durante los partidos de su mismo continente. Por eso, durante la final tuvo la suerte de ser segundo árbitro, y eso siempre lo recordaré.

– ¿Qué cambió después de haber arbitrado los Juegos Olímpicos del 96`?
Hubo gran cambio en mi vida profesional. Pasé a ser FIVB, gracias a ese rango vas a las mejores pruebas de los campeonatos de Europa, te confiere un gran status.
En el 2013, cuando murió Mandela yo estaba en Sudáfrica pitando una final en Durban, y justo cuando volví a casa recibí una llamada de la CEV (Confederación Europea de Voleibol). Me ofrecían ser delegada arbitral. Lo pensé y decidí esa era una oportunidad que a lo mejor no volvía presentarse, así que decidí aceptar. Y hasta hoy.

– ¿En el ámbito familiar como has llevado tu carrera cómo árbitro?
Tengo tres hijos, y es cierto que cuando eres madre ya no puedes seguir arbitrando la misma cantidad de pruebas que antes. Aún así yo he viajado con mi familia por todo el mundo. Mi madre y mis hijos me han acompañado a muchas pruebas, y eso ha sido un gran privilegio. Gracias a mi madre he podido tener cerca a mis hijos mientras viajaba, de hecho, es muy querida entre los jugadores. Siempre me preguntan por ella a todos los sitios que voy, ha sido como una “abuela” para muchos de los jugadores.

– ¿Cómo ves el Madison Beach Volley Tour?

A lo largo de mi trayectoria he visto como el beach volley ha tenido una época muy buena, luego pasó por una peor, pero en estos últimos años sí que he visto una evolución muy favorable. Madison Beach Volley Tour se ha encargado de que las pruebas cada vez sean de más días. Los montajes son muy buenos y de hecho, no tienen nada que envidiar a las pruebas del Europeo.

– ¿Qué consejo darías a los futuros árbitros de beach volley?

Lo primero de todo, que este deporte hay que amarlo, a mí me lo ha dado todo. Muchos empiezan por dinero, pero te tiene que gustar si quieres seguir día a día en la pista. Hay que se conscientes de que hay veces que el día de torneo ni siquiera hay tiempo para comer. Otro consejo que doy es que tienen que tener claro que un buen árbitro tiene que pasar desapercibido, y se tiene que encargar de que todo fluya en la pista.
Y que cuando te entra el gusanillo, cuesta que se vaya.

 

Las vascas Aída Etxebarría y Nerea Izaguirre se proclamaban el pasado fin de semana vencedoras del MVP Iberdrola del Ayamonte Isla Canela International Open, tras hacerse con el favor del público, que las eligió de entre las 6 parejas que alcanzaron los cuartos de final de la tercera parada del Madison Beach Volley Tour Iberdrola 2017, a través de redes sociales como las merecedoras del galardón. 

Hemos hablado con ellas para conocer un poco mejor a estas dos jugadoras, que se incorporaban al circuito del 2017 en esta prueba.