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El Open Internacional de Laredo siempre es un torneo espectacular y con una acogida increíble por toda la afición cántabra residente en esta localidad del norte de España. La conocida como ‘Catedral del Vóley Playa’ siempre demuestra cada año por qué se le denomina como tal, ya que nunca defrauda a nadie y siempre supera todas las expectativas que se ponen sobre dicha apelación.

En 2019 será la séptima ocasión en la que la playa de La Salvé acoja todo el espectáculo del Madison Beach Volley Tour para que todos los visitantes y asistentes disfruten del mejor vóley playa nacional e internacional. En este sentido, la edición de 2018 no se quedó atrás y deleitó con el mayor espectáculo posible con los partidos del cuadro masculino pero también con los del femenino.

Primero varias parejas tuvieron que superar la siempre difícil y complicada ronda previa para ganarse una de las plazas que había disponibles en el cuadro final. Una vez estas parejas se unieron a las principales, el torneo presentaba un cartel emocionante con todas las parejas dispuestas a llevarse uno de los torneos más especiales del año.

Las parejas que fueron ganando sus encuentros avanzaban rondas por el camino del cuadro de ganadoras, mientras que las que perdían alguno pasaban a luchar en el cuadro de repesca por no acumular una derrota más que las dejara fuera del torneo.

De esta manera, todas las rondas se sucedieron hasta que llegaron las semifinales, donde cuatro parejas se vieron cara a cara dándolo todo para llegar a la codiciada y deseada final. Los equipos favoritos para llegar al partido por el primer puesto mostraron sus cartas desde el principio. Erika Kliokmanaite y Nuria Bouza superaron en apenas media hora a Ester Ribera y Lia Merteki por 2-0. En cambio, Paula Soria y Nazaret Florián necesitaron solo 25 minutos para apear de torneo a Olga Matveeva y Tania Moreno, madre e hija, y ganarlas por 2-0 también.

En la final las espadas estaban por todo lo alto y se vivió un partido de lo más intenso, eléctrico y espectacular. La gallega y la lituana se llevaron la primera manga por 21-18, pero Paula y Nazaret reaccionaron en el segundo set e igualaron el encuentro al ganarlo por un ajustado 22-20. En el tie-break, la suerte iba a caer del lado de Nuria y Erika ya que el 15-11 que lograron les hacía campeonas del Open Internacional de Laredo y se convertían en la reinas absolutas de la playa de La Salvé en la edición de 2018.

El torneo de Ayamonte cuenta sus días para ponerse en marcha y dar comienzo de nuevo a todo el espectáculo del circuito Madison Beach Volley Tour. Los mejores jugadores nacionales e incluso internacionales volverán a la arena de la playa de Isla Canela para darlo todo y seguir demostrando por qué este circuito gana cada vez más adeptos y seguidores.

En la edición de 2018, la competición masculina fue muy disputada y al final los vencedores acabaron siendo los hermanos Javier y Vicente Monfort, que se llevaron la final por 2-0 ante Menéndez/Tomás. Si el cuadro masculino estuvo competido, no fue menos el cuadro femenino, que acabó coronando a Erika Kliokmaniite y Nuria Bouza como auténticas reinas en tierras onubenses.

Tras la disputa del torneo de Melilla y Tarragona en el mes de junio, la acción se trasladaba al sur de la península, próximo a la frontera con Portugal, para disputar el Open Internacional de Ayamonte en la playa de Isla Canela un año más. Tras una fase previa muy luchada por todas las jugadoras para intentar hacerse con las plazas disponibles en el cuadro principal, la fase final prometía una competición frenética en el lado femenino para ganar el título en Ayamonte.

Las rondas se fueron sucediendo y las parejas que vencían accedían a las siguientes rondas en busca de las medallas. Las parejas que caían derrotadas tenían que avanzar por el cuadro de repesca intentando no perder una segunda vez para no ser eliminadas definitivamente del torneo. Tras la disputa de muchos partidos y todos ellos muy emocionantes, las semifinales quedaron configuradas para ganarse una plaza en la gran final.

Belén Carro y Daniela Álvarez se hicieron con su pasaporte para el partido por el primer puesto al ganar a Ester Ribera y Cati Pol por 2-0, mientras que en la otra semifinal el equipo Galcerán/García no lograron vencer en ningún set a Erika Kliokmanaite y Nuria Bouza, quienes se llevaron también por 2-0 su semifinal para completar la final onubense.

A las 18:00 de la tarde las espadas estaban en todo lo alto para luchar por el trono femenino del torneo de Isla Canela. La final fue muy disputada donde cada pareja tuvo su momento para lucirse e ir mandando en el marcador. El primer envite cayó del lado de la gallega y la lituana 21-16. Aún así, las jóvenes Carro y Álvarez no iban a decir su última palabra en la final y lograron llevar las tablas en el marcador adjudicándose la segunda manga por 13-21. En el tie-break y definitvo set, la experiencia de las primeras se acabó imponiendo y con un claro 15-9 Nuria y Erika se acabaron llevando el torneo de Ayamonte.

Si espectacular fue el torneo de 2018, el de 2019 promete estar a la altura de una sede y una competición que nunca defrauda a los aficionados. El mejor vóley playa nacional está a punto de regresar y solo quedan unos días para volver a disfrutar de toda la acción en Isla Canela.

La jugadora sevillana Nazaret Florián se encuentra ya lista para afrontar el grueso de la temporada del circuito Madison Beach Volley Tour 2019, con cuatro torneos en dos meses, donde hay uno de ellos que destaca por encima del resto por lo especial que es para ella y por lo que supone.

Cuando se le pregunta por una final que quiera disputar este año, no duda ni un instante de la respuesta: “Laredo”. Desde 2013 ha jugado todas las finales y ha salido campeona en tres ocasiones. “Nunca me he quedado fuera de una final en Laredo, siempre en los últimos años he estado pisando podio quedando primera o segunda y la verdad que me haría muchísima ilusión repetir el título. El año pasado quedé segunda y me encantaría poder repetir este año, sería muy especial”.

Otro título que le haría mucha ilusión ganar y que siempre se le ha resistido es el Campeonato de España de finales de agosto. “En Fuengirola también llevo tiempo quedando en el podio y nunca he podido ganar. Para mí es un objetivo en mi carrera ganar algún día el título de campeona en Fuengirola y si fuera este año con Marina imagínate, encima somos muy amigas”.

Precisamente la buena relación con Marina es una de las cosas que más destaca de esta temporada, la primera que juega con ella en arena. “Para mí Marina es una gran amiga, compartir pista con ella y viajar con ella es una pasada. Está siendo un verano muy divertido y me alegro mucho de haber tomado esta decisión de jugar con ella este año. Nunca habíamos entrenado juntas, nos cuesta un poco compaginar horarios para entrenar pero creo que somos dos personas súper competitivas y al final a la hora de jugar sacamos casi de donde no hay y tiramos para delante”.

El paso que les falta dar es el de “meterse en una final”. En lo que va de temporada han alcanzado ya dos semifinales, en Maspalomas y Melilla, y Nazaret lo considera muy bueno para lo que han podido entrenar. “Hemos  compartido pista en voleibol varios años pero en playa es la primera vez. Estamos contentas porque acabó la temporada de pista muy tarde y casi no pudimos entrenar y para nosotros era un resultado muy bueno”.

Para preparar los torneos que vienen del Madison Beach Volley Tour, Ayamonte y Laredo en julio y Tarragona y Fuengirola en agosto, señala que se ha inscrito a varios torneos previos y se encuentra muy motivada para ello. “Vamos a jugar un torneo WEVZA, después haremos algunos torneos en Asturias, estoy apuntada con Nuria Bouza en el 4 estrellas de Espinho y ya de seguido Ayamonte, Laredo y Tarragona”.

 

 

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Olga Matveeva y Tania Moreno son más que dos jugadoras profesionales de vóley playa y del circuito Madison Beach Volley Tour cada verano. Son madre e hija. La relación personal que tienen en casa cambia cuando llegan a la pista ya que muchas veces son rivales y pese a estar enfrente una de la otra ninguna quiere perder.

Ambas pueden rivalizar en algún momento en la arena, pero en las concentraciones aprovechan a estar juntas, tomar un café, jugar a las cartas e intercambiar opiniones sobre los partidos y sobre cada competición. Una historia de deporte y vida que puedes ver en este reportaje realizado durante la celebración de la Copa de S.M. La Reina Iberdrola en Maspalomas del 25 al 27 de abril. ¡No te lo pierdas!

El Madison Beach Volley Tour siempre aporta emoción y espectáculo para todos los aficionados que se acercan a ver alguno de los torneos. Más allá del entretenimiento del que disfrutan los espectadores, también pueden ver en todos los partidos muchísima calidad en todos los participantes tanto del cuadro masculino como del femenino.

Eso al final de cada campeonato tiene su premio en el que los aficionados tienen voz y voto de manera muy directa. Si bien Grace aportará el premio MVP al mejor jugador masculino a partir de la prueba de Ayamonte, en la Copa de la Reina de Maspalomas y en la primera prueba del MBVT de Melilla en 2019 ha habido dos jugadoras que han podido llevarse el premio MVP Iberdrola a la mejor jugadora del torneo.

Los usuarios pueden votar en Twitter mediante el hashtag #MVPIberdrola a su favorita para llevarse el galardón de las ocho jugadoras que han disputado las semifinales, una vez se convoque el concurso en la cuenta de Twitter de Madison Beach Volley Tour @BvtTour.

La galardón se entrega a la vez que el resto de premios del torneo y pone el valor el juego de esa jugadora y el reconocimiento también de los aficionados que han estado siguiendo el torneo desde el primer día y le han dado su voto a través de las redes sociales.

En la Copa de S.M. La Reina Iberdrola de Maspalomas, la ganadora fue Marina Saucedo, que finalizó en tercera posición en la primera edición de este torneo. En la semifinal no pudieron ella y su compañera Nazaret Florían ante las que serían las futuras campeonas, Tania Moreno y Daniela Álvarez, pero en el partido por la medalla de bronce se lograron imponer a Olga Matveeva y Catalina Pol para, además de quedar terceras, lograr la valoración de los aficionados para ganar este galardón.

En el caso de Melilla, la vencedora fue Belén Carro, quien se impuso en la prueba de la ciudad autónoma junto a su compañera Paula Soria por 2-1 en una ajustadísima final a Tania y Daniela. Su buen juego y regularidad en todos los partidos la hicieron llevarse el MVP Iberdrola en Melilla.

En esta sección de nuestra web puedes ver todas las ganadoras MVP Iberdrola en cada sede. En 2019 quedan aún cuatro por conocer y por entrar en este selecto grupo de jugadoras. Permanece atento a Twitter en cada torneo para votar con el hashtag #MVPIberdrola a tu jugadora favorita y ayúdale a ser la mejor de cada torneo.

Tania Moreno y Daniela Álvarez se adelantaron ganando 15-21 el primer set de la final del torneo de Melilla y muchos pensaron que las sólidas Paula Soria y Belén Carro podían caer derrotadas. La victoria la vendieron finalmente muy cara, ya que a pesar de perder el segundo set, Álvarez y Moreno cayeron en el tie-break nada menos que por un ajustado 17-15.

Se quedaron a tan solo dos puntos de enlazar dos victorias importantísimas, ya que a la de Melilla le hubieran sumado la que ya no les va a quitar nadie, la de campeonas de la primera edición de la Copa de S.M. La Reina Iberdrola de Maspalomas. Aún así, lo que quedó claro es que esta pareja promete dar mucha guerra y no ofrecieron lugar a dudas de que van a estar peleando en todos los torneos por llegar a lo más alto.

Tania y Daniela son jóvenes, muy jóvenes, pero les sobra calidad por los cuatro costados. Y si con apenas 17 años ya están en los primeros puestos del vóley playa nacional podemos dar por hecho que el futuro está asegurado con jugadoras como ellas que, además del alto nivel que ofrecen, siempre juegan con la mayor de la motivación y de las ilusiones.

El primer partido de la ronda final de Melilla empezó con susto. Teresa Zunzunegui y Amparo Hopf se llevaron el primer set por 22-20 y tocaba remontar. A pesar de iniciar su andadura en la playa de San Lorenzo con mal pie, todo remontó para las jóvenes jugadoras desde ese momento hasta la final. Este encuentro lo acabaron venciendo 2-1 y los dos siguientes lo hicieron sin ceder ningún set. Aina Munar y Sofía González en la ronda de ganadores y Nazaret Florián y Marina Saucedo en las semifinales no pudieron hacer nada para parar a Daniela y Tania.

Después llegaría la gran final y las fuerzas se vieron igualadas frente a la pareja favorita del torneo, la formada por Paula Soria y Belén Carro. Aún así, y pese a la experiencia de la alicantina y la madrileña, les costó ganar y sacar el partido adelante como se vio en el tercer set, que hasta el último momento no se sabía quién lo podía ganar ya que hubo un momento en el que el marcador estuvo igualado 15-15.

Por delante quedan los torneos de Ayamonte, Laredo, Tarragona y Fuengirola para que esta pareja siga demostrando todo lo que tiene dentro, que poco no es y lo que tiene es mucho talento. Los aficionados y seguidores al vóley playa están de enhorabuena por poder contar para los próximos años con dos jugadoras que cuando se juntan pueden llegar a ser imparables y a buen seguro que lo aprovecharán tanto en las competiciones nacionales como en las internacionales en las que participen a lo largo de su carrera.

Las jugadoras Paula Soria y Belén Carro se impusieron en la primera prueba del Madison Beach Volley Tour 2019 celebrada en Melilla, al imponerse a las jovencísimas pero muy talentosas Tania Moreno y Daniela Álvarez en la final en un emocionante y vibrante partido. Con esta victoria, se resarcían de la derrota del año pasado en la misma ronda cuando perdieron la final ante Ángela Lobato y Amaranta Fernández.

Belén y Paula forman una pareja muy sólida. Ambas son altas, están muy compenetradas e imponen su calidad en cada punto que juegan. Y eso fue lo que demostraron en la arena de la playa de San Lorenzo de Melilla. Desde el primer momento hicieron valer su condición de favoritas en el torneo y no dejaron pasar la oportunidad de apuntarse el primer torneo del circuito.

El primer partido de la ronda final lo disputaron ante las ‘Claudias’ Maestri y Santisteban. Desde el primer momento se vio al diferencia de calidad entre ambas parejas y aunque las segundas consiguieron igualar y pelear el choque por momentos, las primeras se lo acabaron llevando por 2-0. En la siguiente ronda e iban a encontrar con una pareja guerrera y veterana en todo tipo de batallas. Marina Saucedo y Nazaret Florián intentaron dar la sorpresa al llevar el partido al tie-break, pero de nuevo la calidad de Belén y Paula fue superior y ganaron el partido 2-1.

Ya con el pase a las semifinales asegurado, quedaba dar el último empujón en la jornada del domingo para hacerse con el primer puesto. Enfrente tenían a Sofía González y Aina Munar, quienes no pudieron hacer nada por detener la marcha imparable de las favoritas hacia el título. En el último escalón, quedaba lo más difícil. Superar a dos jugadoras sensacionales y que venían apretando muy fuerte desde hacía un mes, cuando se proclamaron campeonas de la Copa de S.M. La Reina Iberdrola en Maspalomas: Tania Moreno y Daniela Álvarez.

El partido comenzó decantándose para estas últimas y se llevaron el primer set por 15-21. Aún así, con la final de cara para ellas, Paula y Belén sacaron todo su músculo y llevaron la final al tie-break al ganar la segunda manga 21-16. El triunfo aún así no iba a ser fácil para ninguna de ellas e iba a estar muy caro conseguirlo. Tanto, que el marcador final por el que ganaron Soria y Carro fue 17-15.

En la entrega de premios, Belén estaba muy contenta por el resultado obtenido, “orgullosísima de volver al circuito nacional” y consideró que habían jugado “una final muy bonita”. Por su parte, Paula dio la enhorabuena a sus rivales y aseguró que tienen “el futuro asegurado tanto por ellas como por todos los que están entrenando todo el año en el Centro Internacional de Lorca”.

También quiso agradecer la labor de sus entrenadores y de su compañera. “llevamos mucho tiempo jugando juntas y fuera y no es fácil. Nos alegramos mucho de volver al circuito nacional”. Además de felicitar a Christian e Inocencio por su victoria en el cuadro masculino, agradeció a Madison “montar un circuito tan espectacular y con tantas pruebas”, del cual cree que gracias a él “están saliendo buenos jugadores”.

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La jugadora gaditana Marina Saucedo está con más ganas que nunca de participar en el torneo de Melilla, que se celebrará en la playa de San Lorenzo del 30 de mayo al 2 de junio, y de afrontar la temporada 2019 con el circuito Madison Beach Volley Tour. Dado que ha terminado la temporada de pista y ha tenido poco margen para preparar la playa, comenta que el objetivo principal para el campeonato en la ciudad autónoma es “ir cogiendo sensaciones poco a poco”.

“La competición para mí prácticamente comienza ahora, llegamos con un poco de desventaja porque hay algunas parejas que ya llevan compitiendo en las pruebas de invierno pero al final como combinas voleibol con vóley playa pues es un poco difícil”, señala Marina.

La temporada comenzó de manera muy positiva para Saucedo, ya que consiguió auparse al podio en la Copa de la Reina Iberdrola de Maspalomas y finalizar en tercera posición. “Las sensaciones fueron buenísimas, salí súper contenta de ahí porque era la primera competición que jugaba, Nazaret venía de jugar una prueba pero tampoco habíamos competido casi nada”.

Marina reconoce que llegó a Canarias quitándose “las rodilleras de la pista” y que el objetivo que tenía era “ir cogiendo sensaciones” con su pareja Nazaret Florián. “Lo pasamos súper bien y en la semifinal Tania y Daniela estuvieron a un nivel ejemplar y no pudimos con ellas y estoy súper contenta del resultado que tuvimos”.

Nazaret Florián, un apoyo incondicional

Respecto a su compañera Nazaret, la gaditana tiene buenísimas palabras de ella y mucho aprecio a lo que significa como compañera dentro y fuera de la pista. “La relación fuera de la pista es espectacular. Para mí tener a ‘Naza’ al lado es un motivo de seguridad y de confianza. Eso hace que a lo mejor yo técnicamente o tácticamente no estoy bien pero va a estar a mi lado apoyándome y sé que me va a ayudar a salir en cualquier momento. Para mí tenerla al lado es, aparte de ser una compañera increíble en el campo lo es fuera de él. Eso es una motivación extra y te ayuda a ir a competir”, asegura Marina.

Además de una gran compañera y amiga, lo que le ayuda a la chiclanera es que Nazaret “está más acostumbrada a subirse al podio”. Eso le ayuda a mejorar, ya que le gusta “trabajar con presión, dar un paso más” y tener siempre “esa ambición de mejorar”. El objetivo claro de la temporada para Marina y de cualquier campeonato es salir “con buenas sensaciones”. Como comenta, lo que quiere al acabar es tener la sensación “de haber jugado bien, de haber competido bien”.

“Laredo es el campeonato ideal”

Respecto a los torneos del circuito MBVT de esta temporada, el que más ilusión le hace participar como a muchos otros jugadores es en Laredo. “Para mí siempre ha sido el campeonato ideal, de hecho la primera vez que me metí en una final fue ahí y la jugué contra Nazaret. Tiene algo diferente, el ambiente, las gradas se llenan, a la gente le encanta. Tiene algo especial”, afirma Marina Saucedo.

La jugadora nacida en 1991 recuerda además que hace dos temporadas jugó la final de ese torneo y asegura que fue algo “emotivo y especial” ya que la disputó frente a la que actualmente es su compañera. “Es algo que tengo muy presente y me encantaría revalidarlo otra vez”.

Como curiosidad, aunque los seguidores de Marina en redes sociales ya lo sabrán, la gaditana interactúa mucho con sus seguidores de Instagram durante los partidos y torneos. “Me dicen que soy la ‘influencer’ de los Madison, a la gente le encanta seguir los torneos”. Los mejores momentos que vive con sus seguidores en esta red social es cuando consigue el triunfo en un encuentro. “Tengo el móvil en el banquillo y cuando termina el partido, después del subidón de ganar, das las gracias a todo el mundo y haces una celebración”.

 

La jugadora madrileña Belén Carro está ya inmersa en la temporada 2019 de vóley playa, donde tiene un calendario muy apretado por delante en el que tendrá que combinar la temporada nacional con las citas internacionales. Aún así, una de las pruebas del circuito Madison Beach Volley Tour que más le hace ilusión jugar es la del Campeonato de España en Fuengirola donde intentarán “revalidar el título si se puede”.

Como preferencia destaca el torneo de Laredo porque desde pequeña ha ido “todos los veranos y es considerada la capital del vóley playa nacional” pero reconoce que la final de Fuengirola siempre le hace ilusión porque “el ambiente es increíble”. Además de Laredo y Fuengirola, la madrileña apunta que también intentarán jugar la prueba de Tarragona siempre y cuando no les coincida a ella y a su compañera Paula Soria con pruebas fuera de España. “Intentaremos jugar el máximo de pruebas posibles del Madison”.

Con Tokio 2020 a la vuelta de la esquina quiere jugar “lo máximo posible” pero depende de si el seleccionador nacional les convoca para “jugar la Continental Cup” solo así podrían “aspirar a los Juegos Olímpicos”. Sin embargo, reconoce que “Tokio es más un sueño que una realidad” pero sumando puntos irán “subiendo poco a poco en el ranking”.

A pesar de que no comenzaron con buen pie en Sídney y Xiamén, reconoce que han sabido rehacerse y van cogiendo “mejores sensaciones, enfocando la temporada de otra manera, mucho más cómodas”. De hecho, esta mejoría se notó en Malasia donde finalizaron en cuarta posición en el torneo de Port Dickson.

Esta temporada es la segunda que disputa junto a la alicantina Paula Soria, con la cual reconoce que se lleva muy bien que tiene muy buena química tanto dentro como fuera de la pista. “Con ella muy bien porque somos muy amigas también fuera del campo y eso se refleja a la hora de jugar. Estamos muy cómodas jugando, si tenemos algún problema no nos cuesta decírnoslo así que estamos muy cómodas jugando juntas”.

 

La finalista de la Copa de la Reina Iberdrola en Maspalomas, Erika Kliokmanaite, se muestra animada y entusiasmada tras haber jugado la primera final de la temporada. A pesar de no haberse coronado en tierras canarias, asegura que ella y su compañera, Nuria Bouza, no han tenido tiempo para “entrenar si se compara con muchas parejas que llevan preparándose todo el invierno o jugando torneos”. 

Llegado el día de la final Erika reconoce que estaba “bastante nerviosa” porque apenas tuvieron tiempo de prepararse, por eso a medida que fue avanzando el partido cambiaron de táctica y afirma que sigue “sin creer” que hayan perdido porque tenían todo “controlado”. Por eso “quedarse a las puertas de ganar la Copa” le dolió bastante. Con buenas sensaciones, no tira la toalla y tiene “muchas ganas de revancha en Melilla”.

La táctica para la final la tenían bastante clara y, aunque tuvieron que cambiarla y dio algunos frutos, no fue suficiente para poder superar a sus rivales. “En el primer set empezamos sacando a Daniela porque teníamos bastante claro que queríamos empezar con ella. Ella lo hizo muy bien y a mitad de primer set cambiamos a Tania y fuimos a mejor. Perdimos pero recuperamos muchos puntos”.

El segundo set lo ganaron y, aunque llevaban ventaja en el tercero, Erika reconoce que les “faltó un pasito” y es ahí donde se vieron las diferencias entre ellas y sus contrincantes. “Tania y Daniela ya tenían competición. Tania lo hizo muy bien al final del tercer set y acabó como acabó”.

A pesar de que solo entrena junto a Nuria “una o dos veces a la semana”, la lituana asegura que la complicidad con su pareja es total ya que necesita a alguien con esa personalidad “luchadora” que la anime y la empuje “de esa forma”. Aunque este es el tercer año que juegan juntas y todavía siguen “conociéndose”, recalca que “con una mirada” saben si están de buen o mal humor. Incluso alguna vez después de ganar o perder partidos pueden “tener algunos choques o malentendidos“ porque Erika no se expresa “bien en español”, como reconoce entre risas.

En cuanto a los objetivos que quiere conseguir junto a su pareja, la jugadora del Club Volei Praia Milenio Ourense lo tiene claro. Quiere “seguir mejorando” y jugar “todos los Madison y algún torneo de Francia”. Aun así asegura que este año han empezado “muy bien quedando segundas en la Copa” en comparación con años anteriores.

La jugadora gallega Nuria Bouza se muestra optimista con el comienzo de la temporada 2019, después de haber llegado a la final en la primera prueba, nada menos que en la Copa de la Reina Iberdrola de Maspalomas. A pesar de no poder alzarse con el oro, asegura que tanto ella como su compañera Erika Kliokmanaite tienen “buenas sensaciones para ser principio de temporada”, además de que quieren trazar una línea ascendente de aquí en adelante: “Somos ambiciosas y queremos mejorar”.

Las buenas vibraciones vienen principalmente, como reconoce Nuria, en que ella y Erika llevan tres años jugando juntas. La lucense señala que intentaron “cambiar alguna cosa” pero no fue “suficiente para ganar la final”.

De cara a 2019 no pretenden bajar el listón que lograron alcanzar en 2018: “Los objetivos son altos porque el año pasado nos fue muy bien, nos metimos siempre en semifinales y ganamos dos de las pruebas, entonces nos gustaría optar a podio mínimo”. También recuerda que hace un año les “costó arrancar” y que en 2019 querían “empezar antes” para ver las sensaciones que iban teniendo.

Sobre su compañera de juego, la lituana Erika Kliokmanaite, no tiene dudas de que es “la compañera perfecta” y que se entienden “a la perfección”. “A nivel de juego ella es bloqueadora pura yo soy defensora pura. Ya tenemos una conexión de llevar varios años, nos conocemos bien, entrenamos juntas, jugamos juntas”.