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La preparación para una competición abarca muchos ámbitos para un deportista de élite y, por supuesto, para uno de vóley playa. Desde el entrenamiento en la arena, la preparación física y el descanso hasta la nutrición. Llevar una dieta equilibrada, controlada, rica y variada es clave para poder rendir al máximo en los campeonatos. Algunos de los jugadores del circuito Madison Beach Volley Tour nos han contado cómo se alimentan durante la temporada y que alimentación llevan a cabo antes de los torneos y en el transcurso de los mismos.

Nuria Bouza

La jugadora gallega lleva bastante control de su alimentación sobre todo durante los torneos, ya que comenta que suele perder peso y tiene que vigilar lo que come para contrarrestar ese contratiempo.

“Yo cada torneo bajo 3 kilos, cada fin de semana que juego tengo tendencia a adelgazar entonces tengo una dieta diferente al resto. No tengo que tener tanto cuidado con el comer, sino tengo que atender al otro lado, a comer bien, a alimentarme bien en los torneos. Siempre tomo suplementación con proteínas para intentar no bajar y luego ir recuperando durante la semana después de competición”.

“Lo que no tomo es azúcar a diferencia de otra gente. Intento hacer todas las comidas, merendar bien y tener una buena alimentación para no bajar de peso y mantenerme en los 60 kg que tengo”.

Hernán Tovar

El jugador venezolano reconoce que tiene que hacer un esfuerzo para llevar una dieta y alimentación adecuada, pero procura cuidar los detalles importantes para poder tener la mejor nutrición posible.

“Por las noches intento comer bastante sano, como alguna ensalada. Un deportista tiene que hacer sus seis comidas al día, con proteínas, hidratos de carbono y bastante agua para poder mantenerse óptimo en cada torneo. Hay que mantenerse bastante sano”.

Belén Carro

La madrileña señala que le llevan el control de la nutrición y de las comidas que tiene que llevar a cabo y le miden la cantidad y calidad de esa alimentación para poder rendir al máximo en las múltiples competiciones que tiene a lo largo del año.

“Tenemos puestas por la Federación un grupo de nutricionistas que nos ayudan para, dependiendo del momento del año, llevar un menú u otro y estar siempre a tope para las competiciones. Por el día nos meten hidratos para tener energía para las competiciones y entrenamientos y por la noche nos meten proteínas para generar los músculos y, claro, las grasas prohibidas y mucha verdura, típico para un deportista”.

Javier Monfort

El jugador valenciano, que combina la temporada de pista con la temporada en arena, indica que tiene una nutricionista que le va controlando y llevando toda la alimentación y le hace una dieta para que vaya comiendo lo adecuado cada semana y cada mes.

“Tengo una nutricionista, María Jiménez, que ha estado este año trabajando para el Club Unicaja Almería y me ha hecho una dieta para afrontar la carga de la playa. Siempre hay mucha más exigencia física, a veces pierdo peso, intento seguir la dieta que ella me ha mandado y entre el entrenamiento y la dieta es cómo hacemos la preparación”.

“La bollería y grasas saturadas no me lo prohíbe porque no he sido de comer esas cosas. Me ha cambiado algunos hábitos, ya siempre solía comer mucha fruta pero la verdura la tenía un poco más dejada y ahora estoy comiendo más. He bajado los hidratos por la noche, por el día suelo comer también pero me ha metido otros hidratos de mayor calidad, y ahora tengo una dieta una dieta un poco más rica, más compleja, antes era muy simple y ahora tengo una mayor variedad”.

Erika Kliokmanaite

La lituana no cuenta con un nutricionista pero ella misma ha hecho algunos cambios en su alimentación. Comenta que lleva una dieta normal y que tiene que controlar lo que come en el desayuno si tiene un partido a primera hora de la mañana.

“No tengo ningún nutricionista, pero un cambio que he hecho es que he dejado de comer carne. Estoy con proteínas como el pescado, aún así mi lucha más fuerte es contra el azúcar. Amo los dulces, como el chocolate. No soy estricta con la dieta. Yo como lo típico: verdura, ensalada y pasta”.

“Mi comida más fuerte es el desayuno. A veces me resulta bastante difícil cuando tenemos partidos a las 9 de la mañana, esos días tengo que comer menos. Pero normalmente lo hago fuerte. A media mañana pico fruta y para comer una ensalada, pasta o pescado, que también como mucho y la cena también ensalada o pescado. Pero no tengo nada estricto”.

La finalista de la Copa de la Reina Iberdrola en Maspalomas, Erika Kliokmanaite, se muestra animada y entusiasmada tras haber jugado la primera final de la temporada. A pesar de no haberse coronado en tierras canarias, asegura que ella y su compañera, Nuria Bouza, no han tenido tiempo para “entrenar si se compara con muchas parejas que llevan preparándose todo el invierno o jugando torneos”. 

Llegado el día de la final Erika reconoce que estaba “bastante nerviosa” porque apenas tuvieron tiempo de prepararse, por eso a medida que fue avanzando el partido cambiaron de táctica y afirma que sigue “sin creer” que hayan perdido porque tenían todo “controlado”. Por eso “quedarse a las puertas de ganar la Copa” le dolió bastante. Con buenas sensaciones, no tira la toalla y tiene “muchas ganas de revancha en Melilla”.

La táctica para la final la tenían bastante clara y, aunque tuvieron que cambiarla y dio algunos frutos, no fue suficiente para poder superar a sus rivales. “En el primer set empezamos sacando a Daniela porque teníamos bastante claro que queríamos empezar con ella. Ella lo hizo muy bien y a mitad de primer set cambiamos a Tania y fuimos a mejor. Perdimos pero recuperamos muchos puntos”.

El segundo set lo ganaron y, aunque llevaban ventaja en el tercero, Erika reconoce que les “faltó un pasito” y es ahí donde se vieron las diferencias entre ellas y sus contrincantes. “Tania y Daniela ya tenían competición. Tania lo hizo muy bien al final del tercer set y acabó como acabó”.

A pesar de que solo entrena junto a Nuria “una o dos veces a la semana”, la lituana asegura que la complicidad con su pareja es total ya que necesita a alguien con esa personalidad “luchadora” que la anime y la empuje “de esa forma”. Aunque este es el tercer año que juegan juntas y todavía siguen “conociéndose”, recalca que “con una mirada” saben si están de buen o mal humor. Incluso alguna vez después de ganar o perder partidos pueden “tener algunos choques o malentendidos“ porque Erika no se expresa “bien en español”, como reconoce entre risas.

En cuanto a los objetivos que quiere conseguir junto a su pareja, la jugadora del Club Volei Praia Milenio Ourense lo tiene claro. Quiere “seguir mejorando” y jugar “todos los Madison y algún torneo de Francia”. Aun así asegura que este año han empezado “muy bien quedando segundas en la Copa” en comparación con años anteriores.

La preparación física en cualquier deportista profesional es fundamental para poder estar listo para la competición. Llevar una rutina, una planificación y una puesta a punto es una cuestión capital para poder ofrecer un rendimiento óptimo en los torneos, además de llevar una dieta equilibrada. En el caso del vóley playa, el desgaste físico es muy grande debido a que los esfuerzos que se hacen en la arena implican un esfuerzo extra por parte del jugador.

Por ello, es importante saber y preguntarse cómo se preparan y se cuidan los jugadores del circuito Madison Beach Volley Tour, cuál es su preparación, cómo afrontan un torneo o cómo se recuperan después de uno de cara a disputar el siguiente. Algunos jugadores nos han explicado cuál es su preparación y actividad física para llegar en las mejores condiciones posibles a cada prueba del circuito MBVT.

Nuria Bouza

La jugadora gallega cuenta que tiene un preparador físico y es él quien le va guiando, supervisando y programando los entrenamientos, los cuales varían dependiendo del momento de la temporada en el que se encuentre.

“Voy tres días en semana al gimnasio y luego aparte tengo las sesiones de playa. En la arena no hago casi nada de preparación física, ya que es todo en el gimnasio. Ahora estoy haciendo sobre todo preparación física de fuerza. Depende de la rutina que me toque, si estamos previas a la competición o en una competición eso lo lleva mi preparador físico”.

“Es un poco sorpresa lo que me toca cada semana pero normalmente son 50 minutos de gimnasio y luego 2 horas de pista al día de lunes a viernes. Por ejemplo el fin de semana de la Copa, el domingo no hicimos nada con el viaje y el lunes estaba cansada por el viaje y no entrené. Depende un poco de la competición, de si te eliminan antes o si llegas a la final, pero lo normal es que entrenemos de lunes a viernes”.

Hernán Tovar

Al igual que Nuria, el venezolano cuenta con un preparador físico que le prepara y le hace un seguimiento para que pueda llegar con el mejor nivel físico a cada torneo:

“Para la preparación física es muy importante ir al gimnasio. En mi caso tengo un preparador físico que me la lleva y es bastante exigente a la hora de preparar todos los torneos. Aún así, creo que es muy importante todo lo que te planteas a la hora de hacer el sistema de entrenamiento en arena para poder prepararte en cada torneo porque la exigencia de la arena es muy dura. Decirte qué preparación puedes hacer es complicado porque tienes que tener un entrenador, prepararte bien de cara a cada torneo, para prevenir lesiones. Todo ese tipo de cosas son sumamente importantes”.

Javier Monfort

El jugador valenciano, que debutará en el circuito en la prueba de Melilla, explica cómo está haciendo la transición de la pista a la arena para prepararse de cara a la temporada de vóley playa.

“Desde que acabo la pista hago un parón de 4 ó 5 días. Ahora entreno en el gimnasio para hacer sobre todo cardio y ejercicios de prevención de lesiones, de hombros, rodillas, propiocepción, para que no sea el cambio tan agresivo. En cuanto a la preparación en gimnasio, hago unos cuatro o cinco días a la semana y cuando empecemos la pista hacemos dos o tres días gimnasio y tres o cuatro de playa”.

Belén Carro

La jugadora madrileña tiene que prepararse muy bien de cara a la temporada, ya que tanto ella como su compañera Paula no solo hacen algunas de las pruebas del circuito MBVT, sino muchas del World Tour de la FIVB.

“Aparte del entrenamiento en arena que hacemos a diario, una o dos sesiones por día, también tenemos un preparador físico que nos ayuda para el vóley playa en específico y hacemos cuatro días de gimnasio cada semana, que son lunes, martes, jueves y viernes y lo dividimos en parte superior y parte inferior. Antes, en la pretemporada, hacemos una parte de físico en la pista de atletismo y en la arena que era más de cardio para coger resistencia”.

Erika Kliokmanaite

La jugadora lituana Erika Kliokmanaite comenta cómo suele hacer la preparación, cómo se combina con su nuevo entrenador y señala la dificultad que tiene para entrenar junto con su compañera Nuria Bouza al no vivir en la misma ciudad:

“Este año lo he tenido más fácil porque he jugado en Superliga 2 y desde finales de febrero ya empecé poco a poco a bajar a la playa a hacer físico y a tocar la arena un poco, porque hasta cuando sales de pista hasta correr en la arena… parece una tontería pero es bastante difícil el cambio. Este año sí que he empezado un poco antes, porque el año pasado la Copa no fue tan pronto, y este año sí sabíamos que empezaba temprano y me empecé a preparar para esto”.

“Ahora tengo otro entrenador, Sergi Martín, que jugaba el circuito World Tour y jugaba en pista en el Barça y en Tarragona. Bajamos los dos a la playa y él hace de preparador físico también y después ya entrenamos los dos. Con Nuria lo tenemos bastante difícil porque ella vive en Gerona, yo ahora estoy con unos campus en Italia y no podemos entrenar como otros equipos que normalmente entrenan juntos, solo podemos entrenar juntas uno o dos días en semana”.

El experimentado jugador tinerfeño Christian García se muestra muy satisfecho de lo logrado en la Copa del Rey de Maspalomas, donde finalizó en segunda posición junto a Inocencio Lario, a pesar del hecho de llevar poco tiempo de entrenamiento .”Llevábamos tan solo tres semanas de entrenamiento e íbamos con aspiraciones de ver qué pasaba. El primer partido no jugamos bien pero poco a poco conseguimos remontar nuestro juego y fuimos jugando mejor. Las sensaciones fueron muy buenas pero en la final notamos un bajón físico que no nos permitió poder estar a la altura del equipo rival”.

Lo que más recalca Christian es precisamente esa falta de tiempo y de preparación, ya que reconoce que fue “uno de los condicionantes” por los que no pudieron mantener ese nivel de juego en la final ante Daniel Moreno y Óscar Jiménez. “A día de hoy el problema que tiene el equipo no es de juego sino de físico. De juego más o menos estamos bien, hay que seguir entrenando y mejorando y volver a tener esas sensaciones físicas con las que nos caracterizamos como jugadores”. Además, señala que él ya no está en el equipo nacional de vóley playa, por tanto no estaba preparándose y la decisión de participar en la Copa fue en el último momento. “Nos apetecía jugar, teníamos puntos, estábamos clasificados y decidimos jugar”.

Dado el poco tiempo de puesta a punto que han tenido tanto él como su compañero Inocencio, comenta que podían “haber forzado un poco para llegar mejor a la Copa pero era correr riesgos”. En ese caso, prefirieron recuperarse de algunas lesiones para, después del torneo en Gran Canaria, “iniciar el siguiente periodo de carga que iba a ser mucho más fuerte con una base más estable” tal y como afirma Christian, quien añade que “como de la Copa hasta Melilla hay un mes, se va a notar esa mejoría física del equipo”.

Temporada 2019 y equipo con ‘Ino’ Lario

Sobre sus objetivos en la temporada 2019 y cada torneo en concreto, es muy rotundo en sus aspiraciones: “A cada prueba voy pensando en ganarla”. Evidentemente, sabe de la dificultad de hacer realidad ese objetivo, pero no pierde la motivación ni la determinación para intentar lograr el mejor resultado posible. “Evidentemente no las ganaré todas, pero con la mentalidad con la que voy a cada prueba es para ganarla. No sé lo que pasará, pero entrenamos para intentar ganar las pruebas”.

Con Fran Marco ha jugado cinco años y con Raúl Mesa dos. Pese a haberse acostumbrado a un estilo de juego con estos compañeros durante tanto tiempo, en la Copa del Rey se junto con Inocencio Lario, un jugador al cual valora mucho y habla muy bien de sus cualidades como deportista. “Es muy completo, una persona muy técnica, conoce muy bien todas las facetas del juego, coloca de dedos bastante bien, recibe bien, ataca bien, tiene un brazo muy fuerte que hace que ataque bastante fuerte la pelota. Es un jugador que compite bastante bien, un jugador con mucha garra y esos han sido los motivos por los cuales he querido jugar con él”.

Aunque comenta de nuevo que Lario debe mejorar el físico, el haber conseguido llegar hasta la final de la Copa con su compañero lo achaca a su veteranía: “Es un jugador con experiencia, ya se ha visto en la Copa. En dos o tres semanas y conseguir estar tan arriba yo lo achaco mucho a la experiencia, el saber dominar las facetas del juego, dominar los tiempos, los pensamientos positivos, ser capaz de analizar al rival. ‘Ino’ tiene mucha experiencia y a nivel técnico es muy bueno, pero le falta mejorar a nivel físico como equipo.

La próxima prueba del calendario del Madison Beach Volley Tour está ya a la vuelta de la esquina. Melilla acogerá el primer torneo de 2019, que se celebrará en la playa de San Lorenzo del 30 de mayo al 2 de junio en la ciudad autónoma.

El jugador valenciano Javier Monfort está ya inmerso en la preparación de la temporada de vóley playa, la cual para él empezará en un lugar muy especial: Melilla. “Se nota que el público se vuelca con nosotros. Amigos del trabajo de mi hermano se hicieron camisetas nuestras, nos animaban, y casi era como si jugáramos en casa”.

La primera prueba del circuito Madison Beach Volley Tour 2019 se jugará en la ciudad autónoma, del 30 de mayo al 2 de junio, donde tanto él como su hermano han sido jugadores del C.V. Melilla. “Nosotros jugamos una temporada juntos de pista, mi hermano estuvo tres, y para nosotros fue muy especial porque en 2018 ganamos la prueba de allí. Fue una final muy reñida que conseguimos darle la vuelta al final del todo en el ‘tie break’ y fue muy bonita. Nos fuimos con una gran sensación y nos gustaría volver a intentar revalidar el título”.

La temporada pasada se dio de maravilla tanto para él como para su hermano Vicente y pareja de equipo, quienes no se bajaron del podio en todas las pruebas MBVT. Sobre las opciones de volver a repetir estos logros Javier comenta que “es difícil” ya que llevan “dos años seguidos jugando todas las finales de todas las pruebas” y con seguir en la misma línea se darían “por satisfechos”. Además, comenta que “cada año es más difícil, hay más parejas y va a estar más complicado”.

En cuanto a la preparación para la temporada en playa, Monfort está comenzando la puesta a punto ya que acaba prácticamente de finalizar los partidos en pista. “Estoy haciendo cosas en el gimnasio para hacer el cambio de la pista a la arena. Mi hermano lleva unos días ya y esta semana empezamos los entrenamientos juntos en la arena. Tenemos estas semanas por delante para prepararlo e intentar llegar en las mejores condiciones posibles”.

Además de las pruebas del circuito MBVT, Javier y su hermano también miran al exterior para esta temporada e intentarán participar en alguna prueba internacional. “Estamos tanteando poder ir a algún torneo fuera de España, nos gustaría”. Para poder participar en los torneos que quieren, están trabajando en una web y en redes sociales y cuentan con la ayuda de algunos patrocinadores, como por ejemplo Goldcar, y siguen buscando alguno más para poder ir a esas competiciones. “Estamos buscando patrocinadores y nos gustaría ir a alguna prueba de Europa. Estamos haciendo la página web para conseguir patrocinadores y a ver si así podemos dar el salto internacional que nos gustaría.”

 

El jugador venezolano Hernán Tovar se ha mostrado muy contento aunque sorprendido con el resultado obtenido en la Copa del Rey de Maspalomas, donde consiguieron llegar a las semifinales y acabar en cuarta posición en el torneo. “No esperábamos llegar tan lejos debido a que Noé no es mi pareja habitual y fuimos con la intención de dar guerra a todos y de luchar”. Todo ese esfuerzo hizo que las cosas se pusieran de su lado y Hernán cree que fue “algo inesperado pero bien trabajado”.

Tras la competición en Gran Canaria, la temporada no se detiene y el venezolano ya tiene todas sus miras puestas en la primera prueba del Madison Beach Volley Tour, que tendrá lugar en Melilla del 30 de mayo al 2 de junio. “Tengo una buena motivación porque voy a hacer pareja con una persona muy experimentada que se llama Nicolás Zanotta. Es uruguayo y la motivación que tengo ahora es muy grande”.

De cara a la temporada en general y al circuito MBVT 2019, Tovar dice que “los objetivos que se plantean son bastante interesantes” y que las aspiraciones que tiene son “bastante buenas”. Aún así, reconoce que no puede asegurar si llegará o no a la final de algún torneo “porque eso depende de la competición” y de cómo congenie con su pareja durante los torneos.

Sobre su compañero de equipo para el circuito, a pesar de que en Melilla jugará con Zanotta, comenta que ya tendrá pareja fija a partir de la prueba de Isla Canela. En cuanto a Noé de Mena, que es con quien ha competido en la Copa  del Rey, solo tiene buenas palabras para referirse a él. “Me siento muy bien con Noé porque yo soy muy eléctrico, a él le llaman el tanque y es bastante parecido y tenemos una conexión bastante buena porque yo me siento muy a gusto con él. Hemos estado hablando incluso para volver a juntarnos”. Asegura también que jugar con él “siempre es un gran placer con la gran experiencia que tiene” y que se compaginan “bastante bien”.

Finalmente, comenta que una de sus pruebas favoritas del circuito Madison Beach Volley Tour, además de la Copa de Gran Canaria, es la de Laredo. “Es una de las pruebas que realmente me gusta mucho, siempre hay un buen ambiente y nos gusta ir ahí por la energía tan bonita que se transmite en esa prueba”.

 

La jugadora gallega Nuria Bouza se muestra optimista con el comienzo de la temporada 2019, después de haber llegado a la final en la primera prueba, nada menos que en la Copa de la Reina Iberdrola de Maspalomas. A pesar de no poder alzarse con el oro, asegura que tanto ella como su compañera Erika Kliokmanaite tienen “buenas sensaciones para ser principio de temporada”, además de que quieren trazar una línea ascendente de aquí en adelante: “Somos ambiciosas y queremos mejorar”.

Las buenas vibraciones vienen principalmente, como reconoce Nuria, en que ella y Erika llevan tres años jugando juntas. La lucense señala que intentaron “cambiar alguna cosa” pero no fue “suficiente para ganar la final”.

De cara a 2019 no pretenden bajar el listón que lograron alcanzar en 2018: “Los objetivos son altos porque el año pasado nos fue muy bien, nos metimos siempre en semifinales y ganamos dos de las pruebas, entonces nos gustaría optar a podio mínimo”. También recuerda que hace un año les “costó arrancar” y que en 2019 querían “empezar antes” para ver las sensaciones que iban teniendo.

Sobre su compañera de juego, la lituana Erika Kliokmanaite, no tiene dudas de que es “la compañera perfecta” y que se entienden “a la perfección”. “A nivel de juego ella es bloqueadora pura yo soy defensora pura. Ya tenemos una conexión de llevar varios años, nos conocemos bien, entrenamos juntas, jugamos juntas”.

 

Cada vez son menos los días que hay que ir descontando para que el circuito Madison Beach Volley Tour vuelva por segundo año consecutivo a Melilla, una ciudad que en 2018 vibró y disfrutó de lo lindo con el espectáculo que dieron los mejores jugadores y jugadoras en la arena de la playa de San Lorenzo. Este año será del 30 de mayo al 2 de junio las fechas señaladas en el calendario para que ningún aficionado al vóley playa se pierda nada y, antes de que llegue, te refrescamos la memoria para recordarte lo más importante que tuvo lugar en el cuadro femenino del MBVT Melilla 2018.

Si emocionante fue lo acontecido en el cuadro masculino, el femenino no se quedó atrás ni mucho menos. Las favoritas principales eran Paula Soria y Belén Carro, que venían de vencer en la Copa de España de Maspalomas. Aún así, ninguna pareja se lo iba a poner fácil e iban a tener que emplearse a fondo para subir también a lo más alto del podio en Melilla.

La competición femenina comenzó con la disputa de las rondas previas, que no estuvieron faltas de emoción en ningún momento. Ninguna pareja quería dejar pasar la oportunidad de poder estar entre las mejores y acceder al cuadro final del campeonato. Una vez se completó la fase de grupos y la competición fue avanzando, solo quedaron las mejores sobre la pista y, espadas en alto, se presentaba un menú inmejorable para disfrutar de unas semifinales de altísimo nivel.

En la primera de ellas, Soria y Carro se medían ante las siempre combativas Nuria Bouza y Erika Kliokmanaite y el encuentro ofreció el espectáculo que se esperaba de él. Paula y Belén se llevaron la primera manga por 21-19, pero la gallega y lituana no se rindieron y devolvieron el golpe en el segundo set ganando 15-21. Con todo por decidir en la tercera y definitiva manga, la igualdad estuvo más que presente y fue la pareja Soria/Carro la que la ganó por un ajustado 17-15 y acabaron pasando a la final.

La segunda de todas no iba a ser menos emocionante que la anterior. Ángela Lobato y Amaranta Fernández se tenían que enfrentar a Tania Moreno y Daniela Álvarez en un partido que prometía ser de lo más emocionante. Y así fue. Las segundas se llevaron el primer acto por un igualadísimo 19-21, pero la calidad y experiencia de Ángela y Amaranta se iba a acabar imponiendo, no sin mucho esfuerzo y sufrimiento. El segundo set lo tuvieron que sudar para ganarlo por 21-18 y el tercero lo iban a tener que pelear hasta llevárselo por 15-13.

Con la final configurada, solo quedaba sentarse y esperar a vivir toda la emoción para saber la primera pareja femenina que se llevaba la victoria de la historia del circuito en Melilla. Si las semifinales fueron disputadas, la final iba a ser aún más difícil de ganar. Paula Soria y Belén Carro se emplearon a fondo y vencieron el primer set 17-21. Aún así, Ángela y Amaranta no iban a entregar la victoria de una manera tan sencilla. La segunda entrega del partido se la llevaron por un emocionante 21-19 y acabaron rematando la faena ganando 15-11 en el tercer y definitivo set.

Las recientes campeonas de España, por tanto, no pudieron volver a colgarse el oro y fue la pareja Lobato/Fernández la que acabó por ganar en la final. Poco a poco la espera va llegando a su fin y podremos ver de nuevo a las mejores parejas femeninas, del 30 de mayo al 2 de junio en la playa de San Lorenzo de Melilla, dar el mejor de los espectáculos deportivos posibles.

¡Madison Beach Volley Tour sigue creciendo! El mejor circuito de vóley playa de España está de enhorabuena, ya que por segundo año consecutivo contará con la presencia de la marca de ropa y accesorios Kimoa como uno de sus patrocinadores.

Para Kimoa participar en el torneo Madison Beach Volley Tour, es una oportunidad para trasladar su espíritu y estilo: desenfadado, colorista y vinculado al deporte, a su lugar de origen y máxima inspiración: la playa.

De esta manera, Kimoa encuentra en el MBVT un lugar idóneo para establecer su marca, ya que en su creación se inspiró en ciudades costeras y que miran al mar, dos conceptos que muchas veces son sinónimos de deporte, algo que quieren potenciar y compartir con todos los asistentes mediante el hashtag #kimoasportingspirit.

El veterano jugador Raúl Mesa ya se encuentra inmerso y concentrado en la temporada de vóley playa y en todas las pruebas que vienen por delante del circuito Madison Beach Volley Tour. Con toda una carrera muy dilatada a sus espaldas, lo que quiere este año 2019 es disfrutar de cada partido y de cada torneo. “Este año me planteo disfrutar del vóley playa y del circuito Madison y tomármelo con una filosofía quizás menos competitiva que con la que me la he tomado otros años”.

Del circuito MBVT opina que es “divertido y competitivo” y cree que va a haber “muchos equipos igualados”, pero este año quiere ir con la intención de disfrutar en cada momento ya que, como comenta, de esa manera le va a saber mejor que “intentar ir con el objetivo de ganar” como en años anteriores.

Sobre el torneo más inminente que viene en el calendario, la prueba de Melilla del 30 de mayo al 2 de junio en la playa de San Lorenzo, comenta que no ha tenido mucho tiempo de preparar específicamente la playa al haber acabado recientemente la temporada de pista. A pesar de que reconoce que llegarán a Melilla “con poca preparación”, Raúl cree que van a “llegar muy bien”.

La clave de la temporada piensa que va a estar en ir adquiriendo la forma y el nivel progresivamente. “Físicamente nos encontramos súper bien y la clave va a ser ajustar en los poquitos días que tengamos. El objetivo en la temporada, según Mesa, será “ir cogiendo sensaciones” e ir de menos a más ya que es consciente de que no van a estar “al 100% en el primer torneo”.

Continuando con el plano físico, Raúl señala que no ha notado “ningún bajón físico en ningún momento” de su carrera y que las lesiones siempre le han respetado y lo siguen haciendo. “Eso es lo que me hace seguir todavía yendo a competir. Si tuviese dolores me encontrase físicamente mal se me haría cuesta arriba, pero de momento eso puedo tocar madera todo el tiempo que pueda lo voy a alargar”.

Sobre los torneos de la temporada 2019 del Madison Beach Volley Tour, comenta que uno que le haría especial ilusión ganar es el Campeonato de España de Fuengirola. Aún así, sabe que será muy difícil alzarse con la victoria ya que habrá que derrotar a Pablo Herrera y Adrián Gavira. “Están un escalón por encima del resto de jugadores españoles. El objetivo sería plantearse llegar a la final para jugar contra ellos y después ya se vería”. Señala también que habría que ver si tienen “alguna posibilidad” en la final para aprovecharla, pero reconoce que “es tremendamente complicado que otro equipo español les pueda ganar”.

Entre los logros de su carrera, destaca que Raúl participó en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 junto con Pablo Herrera precisamente. De aquella experiencia tiene claro que “es la mejor” de su vida y que no va a poder compararla con otra cosa. “Hay tantísimos jugadores que se pasan una vida entera peleando para conseguirlo y yo tuve la suerte de lograrlo. Va a estar en mi memoria para siempre”.

La cuenta atrás ya está activa para que Melilla, y concretamente la playa de San Lorenzo, del 30 de mayo al 2 de junio, acojan por segundo año consecutivo una de las pruebas del circuito Madison Beach Volley Tour. Después del éxito de 2018, la ciudad autónoma ya cuenta los días para volver a contar con los mejores jugadores nacionales de vóley playa. Como aperitivo para lo que vendrá en la competición de este año, te refrescamos la memoria para recordarte lo más importante de lo que sucedió en el cuadro masculino del MBVT Melilla 2018.

Tras la primera celebración de la Copa de España en Maspalomas, los ganadores de aquella competición eran los hermanos Alejandro y Javier Huerta y se presentaban como unos de los principales favoritos a llevarse también el título en Melilla.

El torneo comenzó con las rondas previas, donde se pudo disfrutar de mucha emoción y espectáculo para determinar qué parejas eran las que accedían al cuadro principal para jugar con las mejores parejas del ránking. Durante la jornada del viernes y el sábado se disputaron los encuentros de la fase de grupos, que poco a poco fueron determinando los equipos que podían alzarse con el título. Tras la disputa de la segunda ronda y de los ya decisivos cuartos de final, al abanico de participantes se reducía a cuatro parejas que iban a dar el todo por el todo en las semifinales.

Primero se enfrentaron cara a cara en la arena los hermanos Huerta frente a Christian García y Raúl Mesa. Tras un primer set muy contundente donde estos últimos vencieron por 21-10, el segundo estuvo mucho más apretado ya que la pareja tinerfeña igualó el encuentro al ganar por 21-19. Con todo por decidir en la tercera y definitiva manga, esta fue finalmente para García/Mesa ya que se la acabaron llevando por 15-9 y obtuvieron su pase a la final.

La segunda semifinal, y una de las más esperadas por el público melillense, enfrentó a Javier y Vicente Monfort y a Inocencio Lario y Hugo Rojas. El aliciente de este partido era que los hermanos Monfort habían sido jugadores del Club Voleibol Melilla, lo que suponía un gran aliciente para los aficionados asistentes en la playa de San Lorenzo. Al igual que en la anterior semifinal, el primer set fue vencido con margen (21-14) por Lario/Rojas. Aún así, Javier y Vicente se iban a poner las pilas y dar la vuelta al marcador ganando las dos siguientes entregas del partido por 21-19 y 15-10.

De esta manera, la final que debía coronar al campeón masculino enfrentaba a los hermanos Monfort frente a Christian García y Raúl Mesa, quienes comenzaron ganando el primer set por un ajustado 18-21. Aún así, alentados por el público que tanto les había animado en los partidos de pista del CV Melilla, Vicente y Javier volvieron a reponerse como en la semifinal y acabaron venciendo los dos siguientes sets por 21-14 y un espectacular 19-17 en el último de todos.

De esta manera se cerraron cuatro días de espectáculo y emoción en Melilla, una ciudad que lleva casi 365 días esperando de nuevo la vuelta de toda la acción que trae consigo el Madison Beach Volley Tour. El 30 de mayo de 2019 la cuenta atrás habrá llegado a su fin y de nuevo volveremos a vibrar con toda la acción del vóley playa en la arena de la playa de San Lorenzo.

La ciudad de Melilla no solo es singular por ubicarse en el norte de Marruecos, en el continente africano, sino por algunos datos y hechos que no todo el mundo conoce. Esta localidad acogerá del próximo 30 de mayo al 2 de junio la primera prueba del circuito Madison Beach Volley Tour, que se disputará en la playa de San Lorenzo. Mientras calentamos motores y descontamos los días para que llegue esta fecha tan esperada, te mostramos 5 curiosidades que quizás no sabías de Melilla.

1. Más de 520 años perteneciendo a España

A pesar de que se constituyó mucho antes como ciudad y ya había población asentada en ella, fue Pedro de Estopiñán con su llegada a Melilla cuando se une a España bajo el reinado de los Reyes Católicos en 1497. Este hecho y esta persona son una de las más reconocidas en la historia de esta localidad y que más resaltan sus habitantes para destacar la españolidad de Melilla.

2. Única obra gótica en el continente africano

Melilla se encuentra físicamente en el norte de África y, al ser una ciudad española, le hace poseer uno dato más que curioso. Dentro de su territorio se encuentra la Capilla de Santiago, la cual es de estilo gótico. Lo relevante de esto es esta capilla se trata de la única obra de estilo gótico de todo el continente africano. Situada entre el Túnel de Santa Ana y la Puerta de Santa Ana, en el Primer Recinto Fortificado de Melilla la Vieja, forma parte del Conjunto Histórico Artístico de la Ciudad de Melilla.

3. Más de la mitad de la población es musulmana

Por razones geográficas y culturales, en Melilla vive mucha población de procedencia árabe que profesa la religión musulmana. Este número de gente no solo es que sea abundante en esta ciudad, sino que en los últimos años ha crecido tanto que en la actualidad más de la mitad de la población residente es musulmana, algo que no se da en el resto del territorio español, con la excepción también de Ceuta.

4. Más musulmanes españoles que extranjeros

El dato anterior no solo se refiere al número de personas que practican la religión musulmana en Melilla, sino que muchas de ellas tienen también la nacionalidad española, bien porque la hayan adquirido administrativamente o porque hayan nacido allí. Esto también le hace casi única a Melilla, ya que es una de las once provincias españolas donde hay más musulmanes españoles que extranjeros, junto a Ceuta, Las Palmas, Málaga, Córdoba, Madrid, Santa Cruz de Tenerife, Cáceres, Sevilla, Badajoz y Jaén.

5. Cuenta con hasta 5 recintos amurallados

Pasear por Melilla es sinónimo de ver numerosos recintos amurallados por muchas de sus calles y, de hecho, es el territorio de España con más concentración de edificaciones defensivas. Concretamente tiene 5 recintos amurallados y el primero de todos es el más conocido: Melilla La Vieja. También se le conoce como ‘El Pueblo’ o ‘La Ciudadela’ y se comenzó a construir en el siglo XV para servir de asiento a la antigua Rusadir, primer nombre con el que se le conoció a la ciudad de Melilla, de fenicios y romanos.