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Cada torneo que realiza el Madison Beach Volley Tour deja huella tanto en los jugadores como en los aficionados y visitantes que acuden a la playa donde se disputa la competición. Emoción, espectáculo, diversión y entretenimiento son los denominadores comunes de cada campeonato del MBVT. El circuito está pensado para el disfrute de todos, pero si hay alguien en quien se piensa especialmente es en los más pequeños.

Gracias al Madison Beach Volley Tour Kids, los niños pueden disfrutar de una experiencia inolvidable realizando múltiples actividades en tan solo una mañana. El MBVT Kids nació en 2016 a través del programa ‘Crecemos Juntos’, con el que se pretende fomentar el desarrollo del vóley playa entre los posibles futuros jugadores de este deporte.

De momento este año se han vivido dos jornadas muy intensas durante la disputa de la Copa del Rey y de la Reina de Maspalomas en el mes de abril y en el MBVT Melilla del 30 de mayo al 2 de junio. En ellas, decenas de niños en cada sede pudieron experimentar de primera mano la actividad del mejor circuito de vóley playa en España y participar activamente en él.

En Maspalomas los niños que asistieron pudieron vivir de cerca un evento de una gran dimensión como es la Copa del Rey y de la Reina. En él, pudieron participar en algunos partidos como recogepelotas, recibieron algunas charlas e incluso pudieron jugar durante un rato con algunos jugadores, quienes les enseñaron trucos y les dieron las claves más importantes para poder mejorar su juego e intentar convertirse en el futuro en profesionales como ellos. Además, también estuvieron presentes en la carpa de Ambilamp aprendiendo a reciclar bombillas y residuos lumínicos para conocer la importancia de llevar las bombillas a estos contenedores una vez se han consumido y así ayudar a su reciclaje y no contaminar el medio ambiente.

Un mes después, toda la acción de este programa se trasladó a Melilla con más de 200 niños presentes en la jornada matinal del viernes. Los niños melillenses estuvieron muy activos durante toda la mañana animando en muchos de los partidos en los que estuvieron presentes. También pudieron participar como recogepelotas en algunos de ellos e incluso pudieron jugar entre ellos algunos puntos en unas pistas anexas al recinto y pudieron fotografiarse con algunos de los jugadores.

Además de la actividad de encestar bombillas en la carpa de Ambilamp, también presente en Melilla, para aprender a reciclar bombillas usadas y depositarlas en el contenedor correspondiente, pudieron realizar un taller muy interesante para aprender a cuidar el medio ambiente y mantener limpias las playas y el entorno donde se juega el vóley playa.

Todo esto fue gracias a ‘Olas Vivas’, un proyecto de la Fundación Biodiversidad para el Ministerio para la Transición Ecológica, con la contribución de Intermares, donde los más pequeños pudieron recoger algunos residuos de la playa, depositarlos en el cubo correspondiente según el tipo de basura que se tratara, y recibir una charla para que entendieran la importancia de mantener siempre limpias las playas y todo el entorno natural que visiten con sus familias y amigos.

En definitiva, el Madison Beach Volley Tour Kids es diversión por los cuatro costados, es disfrutar de una manera diferente del vóley playa pero sobre todo es un aprendizaje enorme para todos los niños para que crezcan conociendo e interiorizando los valores del deporte y del respeto al entorno que les rodea.

El jugador canario Javier Huerta se encuentra ya muy motivado y con muchas ganas de que lleguen las pruebas restantes del Madison Beach Volley Tour 2019, que visitará las playas de Ayamonte, Laredo, Tarragona y Fuengirola. “Lo afronto con ganas porque tenemos ganas de dar un salto y estar ahí arriba a nivel nacional”, señala el tinerfeño.

De las competiciones que vienen en los próximos meses, Huerta tiene claro cuáles dos son sus favoritas y las que quiere disputar. “Fuengirola para mí es la prueba más especial porque es la final, hay muchas ganas de hacerlo muy bien y hay buenos equipos ahí. Tengo ganas también de jugar el torneo de Laredo, que me gusta bastante”.

También apunta que se está preparando a conciencia para ello y que tiene “muchas ganas de hacerlo mejor y dar el salto” que le falta. En lo que va de temporada, ha disputado la Copa del Rey en Maspalomas y el torneo de Melilla del MBVT. Con Fran Duque solo preparó la Copa y señala que nunca había jugado con él, mientras que con Sergi Reñé ya había jugado previamente. “Con él llevamos todo el año entrenando, viene de la pista y está adaptándose a la playa y cada vez estamos mejor pero estamos buscando estar ahí arriba, hacer buenos resultados y estar entre los mejores de España”.

De momento, el balance que hace de lo que va de temporada no es negativo pero tuvo que acoplarse a las circunstancias antes de la Copa. “Jugué con otro compañero porque el mío se lesionó, tuvimos que planificar todo y estuvimos un mes y medio entrenando en el Centro de Lorca para llegar los mejor posible a la Copa. No salió el mejor torneo y después de la Copa del Rey si me junté de nuevo con mi compañero actual esta temporada. Como estamos formando equipo y aún tenemos que evolucionar, nos fuimos de Melilla con un séptimo puesto y ahora intentamos buscar cada vez quedar mas arriba ya acabar la temporada como un equipo fuerte”.

Para el resto de la temporada de playa este 2019 también tiene las miras puestas más allá de las fronteras nacionales para ir a jugar algún torneo fuera de España. “El objetivo es empezar a coger otra vez puntos pero está complicado porque hay bastantes equipos que están jugando las pruebas y nos hemos quedado fuera en los torneos que nos hemos inscrito”. Entre algunas de las competiciones internacionales que tiene previsto disputar, por ejemplo, destaca un WEVZA en Portugal.

 

 

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Olga Matveeva y Tania Moreno son más que dos jugadoras profesionales de vóley playa y del circuito Madison Beach Volley Tour cada verano. Son madre e hija. La relación personal que tienen en casa cambia cuando llegan a la pista ya que muchas veces son rivales y pese a estar enfrente una de la otra ninguna quiere perder.

Ambas pueden rivalizar en algún momento en la arena, pero en las concentraciones aprovechan a estar juntas, tomar un café, jugar a las cartas e intercambiar opiniones sobre los partidos y sobre cada competición. Una historia de deporte y vida que puedes ver en este reportaje realizado durante la celebración de la Copa de S.M. La Reina Iberdrola en Maspalomas del 25 al 27 de abril. ¡No te lo pierdas!

La finalista de la Copa de la Reina Iberdrola en Maspalomas, Erika Kliokmanaite, se muestra animada y entusiasmada tras haber jugado la primera final de la temporada. A pesar de no haberse coronado en tierras canarias, asegura que ella y su compañera, Nuria Bouza, no han tenido tiempo para “entrenar si se compara con muchas parejas que llevan preparándose todo el invierno o jugando torneos”. 

Llegado el día de la final Erika reconoce que estaba “bastante nerviosa” porque apenas tuvieron tiempo de prepararse, por eso a medida que fue avanzando el partido cambiaron de táctica y afirma que sigue “sin creer” que hayan perdido porque tenían todo “controlado”. Por eso “quedarse a las puertas de ganar la Copa” le dolió bastante. Con buenas sensaciones, no tira la toalla y tiene “muchas ganas de revancha en Melilla”.

La táctica para la final la tenían bastante clara y, aunque tuvieron que cambiarla y dio algunos frutos, no fue suficiente para poder superar a sus rivales. “En el primer set empezamos sacando a Daniela porque teníamos bastante claro que queríamos empezar con ella. Ella lo hizo muy bien y a mitad de primer set cambiamos a Tania y fuimos a mejor. Perdimos pero recuperamos muchos puntos”.

El segundo set lo ganaron y, aunque llevaban ventaja en el tercero, Erika reconoce que les “faltó un pasito” y es ahí donde se vieron las diferencias entre ellas y sus contrincantes. “Tania y Daniela ya tenían competición. Tania lo hizo muy bien al final del tercer set y acabó como acabó”.

A pesar de que solo entrena junto a Nuria “una o dos veces a la semana”, la lituana asegura que la complicidad con su pareja es total ya que necesita a alguien con esa personalidad “luchadora” que la anime y la empuje “de esa forma”. Aunque este es el tercer año que juegan juntas y todavía siguen “conociéndose”, recalca que “con una mirada” saben si están de buen o mal humor. Incluso alguna vez después de ganar o perder partidos pueden “tener algunos choques o malentendidos“ porque Erika no se expresa “bien en español”, como reconoce entre risas.

En cuanto a los objetivos que quiere conseguir junto a su pareja, la jugadora del Club Volei Praia Milenio Ourense lo tiene claro. Quiere “seguir mejorando” y jugar “todos los Madison y algún torneo de Francia”. Aun así asegura que este año han empezado “muy bien quedando segundas en la Copa” en comparación con años anteriores.

El experimentado jugador tinerfeño Christian García se muestra muy satisfecho de lo logrado en la Copa del Rey de Maspalomas, donde finalizó en segunda posición junto a Inocencio Lario, a pesar del hecho de llevar poco tiempo de entrenamiento .”Llevábamos tan solo tres semanas de entrenamiento e íbamos con aspiraciones de ver qué pasaba. El primer partido no jugamos bien pero poco a poco conseguimos remontar nuestro juego y fuimos jugando mejor. Las sensaciones fueron muy buenas pero en la final notamos un bajón físico que no nos permitió poder estar a la altura del equipo rival”.

Lo que más recalca Christian es precisamente esa falta de tiempo y de preparación, ya que reconoce que fue “uno de los condicionantes” por los que no pudieron mantener ese nivel de juego en la final ante Daniel Moreno y Óscar Jiménez. “A día de hoy el problema que tiene el equipo no es de juego sino de físico. De juego más o menos estamos bien, hay que seguir entrenando y mejorando y volver a tener esas sensaciones físicas con las que nos caracterizamos como jugadores”. Además, señala que él ya no está en el equipo nacional de vóley playa, por tanto no estaba preparándose y la decisión de participar en la Copa fue en el último momento. “Nos apetecía jugar, teníamos puntos, estábamos clasificados y decidimos jugar”.

Dado el poco tiempo de puesta a punto que han tenido tanto él como su compañero Inocencio, comenta que podían “haber forzado un poco para llegar mejor a la Copa pero era correr riesgos”. En ese caso, prefirieron recuperarse de algunas lesiones para, después del torneo en Gran Canaria, “iniciar el siguiente periodo de carga que iba a ser mucho más fuerte con una base más estable” tal y como afirma Christian, quien añade que “como de la Copa hasta Melilla hay un mes, se va a notar esa mejoría física del equipo”.

Temporada 2019 y equipo con ‘Ino’ Lario

Sobre sus objetivos en la temporada 2019 y cada torneo en concreto, es muy rotundo en sus aspiraciones: “A cada prueba voy pensando en ganarla”. Evidentemente, sabe de la dificultad de hacer realidad ese objetivo, pero no pierde la motivación ni la determinación para intentar lograr el mejor resultado posible. “Evidentemente no las ganaré todas, pero con la mentalidad con la que voy a cada prueba es para ganarla. No sé lo que pasará, pero entrenamos para intentar ganar las pruebas”.

Con Fran Marco ha jugado cinco años y con Raúl Mesa dos. Pese a haberse acostumbrado a un estilo de juego con estos compañeros durante tanto tiempo, en la Copa del Rey se junto con Inocencio Lario, un jugador al cual valora mucho y habla muy bien de sus cualidades como deportista. “Es muy completo, una persona muy técnica, conoce muy bien todas las facetas del juego, coloca de dedos bastante bien, recibe bien, ataca bien, tiene un brazo muy fuerte que hace que ataque bastante fuerte la pelota. Es un jugador que compite bastante bien, un jugador con mucha garra y esos han sido los motivos por los cuales he querido jugar con él”.

Aunque comenta de nuevo que Lario debe mejorar el físico, el haber conseguido llegar hasta la final de la Copa con su compañero lo achaca a su veteranía: “Es un jugador con experiencia, ya se ha visto en la Copa. En dos o tres semanas y conseguir estar tan arriba yo lo achaco mucho a la experiencia, el saber dominar las facetas del juego, dominar los tiempos, los pensamientos positivos, ser capaz de analizar al rival. ‘Ino’ tiene mucha experiencia y a nivel técnico es muy bueno, pero le falta mejorar a nivel físico como equipo.

La próxima prueba del calendario del Madison Beach Volley Tour está ya a la vuelta de la esquina. Melilla acogerá el primer torneo de 2019, que se celebrará en la playa de San Lorenzo del 30 de mayo al 2 de junio en la ciudad autónoma.

El jugador venezolano Hernán Tovar se ha mostrado muy contento aunque sorprendido con el resultado obtenido en la Copa del Rey de Maspalomas, donde consiguieron llegar a las semifinales y acabar en cuarta posición en el torneo. “No esperábamos llegar tan lejos debido a que Noé no es mi pareja habitual y fuimos con la intención de dar guerra a todos y de luchar”. Todo ese esfuerzo hizo que las cosas se pusieran de su lado y Hernán cree que fue “algo inesperado pero bien trabajado”.

Tras la competición en Gran Canaria, la temporada no se detiene y el venezolano ya tiene todas sus miras puestas en la primera prueba del Madison Beach Volley Tour, que tendrá lugar en Melilla del 30 de mayo al 2 de junio. “Tengo una buena motivación porque voy a hacer pareja con una persona muy experimentada que se llama Nicolás Zanotta. Es uruguayo y la motivación que tengo ahora es muy grande”.

De cara a la temporada en general y al circuito MBVT 2019, Tovar dice que “los objetivos que se plantean son bastante interesantes” y que las aspiraciones que tiene son “bastante buenas”. Aún así, reconoce que no puede asegurar si llegará o no a la final de algún torneo “porque eso depende de la competición” y de cómo congenie con su pareja durante los torneos.

Sobre su compañero de equipo para el circuito, a pesar de que en Melilla jugará con Zanotta, comenta que ya tendrá pareja fija a partir de la prueba de Isla Canela. En cuanto a Noé de Mena, que es con quien ha competido en la Copa  del Rey, solo tiene buenas palabras para referirse a él. “Me siento muy bien con Noé porque yo soy muy eléctrico, a él le llaman el tanque y es bastante parecido y tenemos una conexión bastante buena porque yo me siento muy a gusto con él. Hemos estado hablando incluso para volver a juntarnos”. Asegura también que jugar con él “siempre es un gran placer con la gran experiencia que tiene” y que se compaginan “bastante bien”.

Finalmente, comenta que una de sus pruebas favoritas del circuito Madison Beach Volley Tour, además de la Copa de Gran Canaria, es la de Laredo. “Es una de las pruebas que realmente me gusta mucho, siempre hay un buen ambiente y nos gusta ir ahí por la energía tan bonita que se transmite en esa prueba”.

 

La jugadora gallega Nuria Bouza se muestra optimista con el comienzo de la temporada 2019, después de haber llegado a la final en la primera prueba, nada menos que en la Copa de la Reina Iberdrola de Maspalomas. A pesar de no poder alzarse con el oro, asegura que tanto ella como su compañera Erika Kliokmanaite tienen “buenas sensaciones para ser principio de temporada”, además de que quieren trazar una línea ascendente de aquí en adelante: “Somos ambiciosas y queremos mejorar”.

Las buenas vibraciones vienen principalmente, como reconoce Nuria, en que ella y Erika llevan tres años jugando juntas. La lucense señala que intentaron “cambiar alguna cosa” pero no fue “suficiente para ganar la final”.

De cara a 2019 no pretenden bajar el listón que lograron alcanzar en 2018: “Los objetivos son altos porque el año pasado nos fue muy bien, nos metimos siempre en semifinales y ganamos dos de las pruebas, entonces nos gustaría optar a podio mínimo”. También recuerda que hace un año les “costó arrancar” y que en 2019 querían “empezar antes” para ver las sensaciones que iban teniendo.

Sobre su compañera de juego, la lituana Erika Kliokmanaite, no tiene dudas de que es “la compañera perfecta” y que se entienden “a la perfección”. “A nivel de juego ella es bloqueadora pura yo soy defensora pura. Ya tenemos una conexión de llevar varios años, nos conocemos bien, entrenamos juntas, jugamos juntas”.

 

Preparados, listos… ¡comienza el espectáculo! Tras un primer plato de primer nivel con la celebración de la primera edición de la Copa del Rey y de la Reina en Maspalomas, la temporada se adentra por fin en lo que muchos aficionados y todos los jugadores llevan meses esperando: el circuito Madison Beach Volley Tour 2019.

El calendario completo constará de 5 paradas a lo largo de todo el verano y toda la costa española, con todas las sedes repitiendo un año más para acoger uno de los mayores espectáculos deportivos y lúdicos del verano. Las ciudades de Melilla, Ayamonte, Laredo, Tarragona y Fuengirola serán las privilegiadas de acoger una temporada más a los mejores jugadores nacionales, tanto masculinos como femeninos, del vóley playa nacional.

La temporada ha comenzado con la celebración de la Copa del Rey y de la Reina de vóley playa en la playa del Inglés de Maspalomas. Era la primera vez que se realizaba este torneo con esta denominación, después de que el año pasado se disputara en la misma ubicación la Copa de España. Tres días de pura emoción dieron como ganadores a Daniel Moreno y Óscar Jiménez en el cuadro masculino y a Tania Moreno y Daniela Álvarez en el femenino.

Tras este primer plato de nivel ‘premium’, la primera prueba del circuito Madison Beach Volley Tour llega para quedarse. Por segundo año consecutivo, la playa de San Lorenzo de Melilla será de nuevo sede de este circuito para vibrar y disfrutar del espectáculo del vóley playa en una ciudad que respira deporte por los cuatro costados. Las fechas que tienen que tener marcadas en rojo en el calendario todos los aficionados son las que van del 30 de mayo al 2 de junio, días en los que se celebra el evento.

Para la segunda parada habrá que esperar un mes y medio que pasará muy rápido. Del 18 al 21 de julio, la playa de Isla Canela en Ayamonte, Huelva, será escenario otro año más del mejor vóley playa en tierras onubenses. Será la tercera ocasión que este lugar acoja una prueba del Madison Beach Volley Tour y seguro que esta vez el público y la afición no defraudará animando a los jugadores.

Sin tiempo apenas para el descanso, del 25 al 28 de julio se disputará en Laredo (Cantabria) la tercera cita del circuito MBVT. La catedral del vóley playa español, concretamente en la playa de La Salvé, será una ocasión más capital del vóley playa durante varios días. Los envidiables paisajes del norte español, sumado a la pasión con la que vive la gente ahí este deporte, serán los mejores ingredientes para no pestañear para no perderse ni un instante.

La quinta y penúltima parada tendrá lugar en Tarragona, donde la playa de L’Arrabassada centrará toda la atención del vóley playa del 8 al 11 de agosto. Por quinto año consecutivo la ciudad catalana se vestirá de gala para que los mejores jugadores del país demuestren todo su nivel y los fans de la Costa Dorada vuelvan a ver de nuevo en primera línea toda la emoción del Madison Beach Volley Tour.

La temporada llegará a su fin, un año más, con la celebración del Campeonato de España en la Reserva del Higuerón de Fuengirola, Málaga, del 29 de agosto al 1 de septiembre. El fin de fiesta del vóley playa español llegará con una nueva edición de este torneo, que supondrá la quinta parada del Madison Beach Volley Tour. Los mejores jugadores por ránking lucharán por convertirse en los mejores del país tanto en el cuadro masculino como en el femenino.

Sin duda, queda por delante un cartel muy apetecible y ambicioso donde por un lado los jugadores darán el máximo para intentar llegar lo más alto posible, y por otro los aficionados disfrutarán y vibrarán con el mejor juego y las mejores jugadas, además de con toda la diversión y ocio que aporta este circuito más allá del plano deportivo.

Óscar Jiménez sigue saboreando el éxito cosechado en Maspalomas, donde se proclamó campeón de la Copa del Rey junto a Daniel Moreno, y no oculta que fue un triunfo en parte algo inesperado. “Ha sido una gran sorpresa ganar la Copa del Rey”, sobre todo porque señala que los grandes favoritos eran los hermanos Alejandro y Javier Huerta pese a que este año han jugado con parejas separadas.

El jugador de 21 años apunta que está “muy contento de que hayan salido las cosas”, que lo que habían entrenado al final “ha salido en la competición” y lo que quiere es seguir entrenando “para que esto siga hacia delante”. Como clave de la victoria en tierras grancanarias, apunta que su compañero Daniel y él son buenos “en bloqueo y en defensa” y que este año han mejorado en un aspecto más del juego. “Al ser una pareja nueva, no teníamos tan fuerte el ‘side out’. Este año lo hemos subido y es lo que ha hecho que hayamos ganado la Copa”.

Otro de los puntos indispensables para haber ganado la primera edición de la Copa del Rey de vóley playa es su compenetración con Moreno dentro y fuera de la pista. “Es un grande como jugador y como persona. Aparte de ser buenos amigos fuera del campo, dentro es un lujo jugar con él”. Respecto a su anterior compañero, que además es su primo, Javier Huerta, señala que ahora Daniel Moreno es muy alto y abarca de esa manera mucho campo. “Como mide 2 metros es muy grande y aparte abarca mucha anchura en la red, con lo que los otros equipos piensan ‘Dónde pongo el balón’. Es un máquina”.

El hecho de haber ganado la Copa del Rey hará que salgan muy motivados tanto ellos como sus rivales. “La gente te tiene más ganas”, señala Óscar, quien dice que habrá algunas parejas que les tengan “un poquito más de miedo” y otras que “irán con más ganas de ganar” a los recién campeones en Maspalomas. Aúnn así, ellos no van a cambiar el guión o plan de acción que tienen pensado. “Nosotros jugaremos igual a nuestro juego, con ganas, siempre tienes que ir motivado y darlo todo. Hay veces que saldrá, otras que no, pero con trabajo y esfuerzo siempre salen las cosas”.

Sobre la preparación específica que están llevando a cabo, Jiménez comenta que entrenan “de lunes a sábado con doble sesión de arena de 1 hora y media”, a lo que suman ese día “pesas o resistencia”. Recientemente han disputado la Copa de Primavera y competirán también en el Campeonato de España Universitario para seguir preparando la siguiente cita del Madison Beach Volley Tour. “Cogeremos un poquito más de ritmo y en Melilla iremos fuerte, a ver si nos lo llevamos”. Además, para esta temporada tiene las miras puestas en el Europeo sub 22, en las pruebas del circuito MBVT y espera poder competir también internacionalmente en algún torneo 1 estrella y 2 estrellas del World Tour de la FIVB.

Daniela Álvarez sigue asimilando el éxito conseguido hace unos pocos días, cuando se proclamó en Maspalomas vencedora de la Copa de la Reina Iberdorla junto con Tania Moreno. A pesar de que contaban con opciones, Daniela señala que fue una gran sorpresa. “No me lo esperaba para nada, sabía que podía haber esa posibilidad pero lo veía como algo bastante difícil que teníamos que lucharlo porque encima no tengo la posibilidad de entrenar con Tania todos los días”.

Además, antes de la competición estuvo enferma “varias semanas” lo que, para ella, hizo que todo se viniera aún más de sorpresa. Pese a su enorme juventud, ya que aún tiene 17 años, tiene muy claro cuál es la receta del éxito para poder mantenerse a tan buen nivel. “Entrenar, concentrarte en lo que quieres, esforzarte, seguir entrenando, la alimentación, dormir bien, hacer caso a lo que te dicen, cuidarse y seguir unos buenos hábitos”.

Pese a que no ha disputado muchos torneos junto a Tania Moreno, está encantada de hacer pareja con ella cada vez que tienen que jugar juntas, algo que no suelen saber hasta la semana anterior a cada competición. “Es súper fácil jugar con ella te lo hace todo más fácil, su actitud es muy buena dentro del campo. Es todo más sencillo y la química y compenetración que tenemos es bastante buena”.

De cara a la temporada que viene por delante, Daniela asegura estar “muy motivada”, además de intentar “conseguir lo máximo posible y conseguir jugar el mejor juego”. También comentar que si pudiera ganar alguna prueba del MBVT “estaría genial” y que “siempre” va a “intentar ganar alguno”.

El gran nivel que está mostrando Álvarez en su increíble comienzo de carrera tiene aún más mérito teniendo en cuenta que compagina su actividad deportiva con los estudios y este año, además, con 2º de Bachillerato. “Ahora tengo todos los exámenes finales. Voy de 8:00 a 14:30 al instituto, luego a las 16:15 empezamos a entrenar, ceno y me vuelvo a poner a estudiar”.

Este esfuerzo tiene incluso un añadido extra para Daniela, pues ella es asturiana pero reside y estudia en Lorca para poder entrenar en el Centro de Tecnificación de Vóley Playa de la localidad murciana, lo que le hace estar lejos de su casa y de los suyos. “Mis padres vienen cuando pueden a visitarme. Es mi tercer año aquí en Lorca así que ya estoy un poco más acostumbrada y no se lleva tan mal”.

 

 

El flamante campeón de la Copa del Rey de Maspalomas, Daniel Moreno, ha alabado a su compañero Óscar Jiménez, con el que se proclamó campeón de la primera edición de este torneo, y destaca mucho su nivel como una de las claves por las que se han llevado este campeonato: “Es muy buen jugador y técnicamente es lo mejor que hay en España”.

Pese a que llevan poco tiempo jugando juntos, Moreno considera que se han “compenetrado muy bien” y que aunque a veces puede surgir algún roce, en el año y medio que llevan jugando juntos han “conseguido crecer como pareja” y eso cree que se “va a notar en los resultados”.

De momento, el primero que han cosechado ha sido el mejor que se podían esperar. Daniel y Óscar acudían a Maspalomas buscando mejorar el tercer puesto de 2018 y, como dice Moreno, “el resultado fue muy bueno”. También comenta que las sensaciones que tiene actualmente son “muy buenas” y que la aspiración que tenían era “meterse en la final sí o sí”.

Una de las claves del triunfo a las que apunta es a la regularidad que han mantenido en su juego durante toda la Copa. “Estuvimos hablando antes de la competición que teníamos momentos muy buenos pero éramos como una montaña rusa. Teníamos que intentar conseguir una estabilidad, que el juego se basara en un 80% y que no fueran picos de un 10 de nota y en el punto ’10’ tuviéramos un bajón. Mantuvimos un juego estable sin pequeños fallos y al final en este deporte quien menos falla es el que se lo lleva. Nosotros estuvimos muy estables durante toda la competición”.

Sin descanso con la mente puesta en Melilla

Una vez ha llegado de Gran Canaria con el título de la Copa del Rey bajo el brazo Daniel ha tenido poco tiempo de saborear el triunfo, ya que los entrenamientos y los torneos no dan tregua una vez comienza la temporada. “Ganas la competición y al día siguiente ya tienes que seguir trabajando”. Además, señala que la dificultad en cada torneo es muy alta ya que en la recién disputada Copa de Primavera en Madrid han quedado terceros y el nivel “ha sido igual o mejor que en la Copa del Rey”.

Para carburar de cara a Melilla, primera parada del Madison Beach Volley Tour del 30 de mayo al 2 de junio en la playa de San Lorenzo de la ciudad autónoma, va a disputar el Campeonato de España Universitario con la Universidad de Alicante. “Es la mejor forma de preparar Melilla, siempre gestionándolo con los entrenamientos, la carga en el gimnasio y sobre todo el descanso, porque si nos metemos mucha caña a lo mejor llegamos un poco quemados”.

De cara a las pruebas del Madison Beach Volley Tour, Moreno comenta que el nivel “va a ser mucho mejor que el año anterior” y que que van a buscar mejorar lo realizado en 2018. “Queremos ir a alguna final y dar todo lo que tenemos dentro que aún falta por sacar. Este año va a ser complicado pero mejor, porque cuanto más nivel haya de contrincantes más mejoramos como pareja”.

De hecho, apunta muy alto y al igual que comenta que su compañero quedó tercero en 2017 en el Campeonato de España de Fuengirola, Daniel quiere mejorar ese resultado junto a la que ahora es su pareja de juego. “A ver si este año podemos entrar en la final o incluso ganar alguna prueba del MBVT. Siempre que cualquier jugador va a competir busca ganar”.

 

El jugador lorquino Inocencio Lario, y recién subcampeón de la Copa del Rey en Maspalomas, se muestra muy ambicioso de cara a las próximas pruebas del Madison Beach Volley Tour y sobre todo tiene un objetivo en mente: “Tengo una espinita clavada de no haber conseguido el oro en una de estas pruebas y me lo planteo como objetivo de este año”. 

Tras finalizar en tercera posición en las pruebas de Melilla y Fuengirola en 2018, esta temporada quiere dar un paso más y subir a lo más alto del podio. Para ello tendrá al lado a Christian García, con quien jugó la final de Maspalomas y asegura que tiene mucha confianza depositada en él. “Hemos compaginado muy bien los dos. Tanto fuera como dentro del campo es una excelente persona. Te ayuda, te va a acompañando en el ritmo del partido y a pesar de las cualidades físicas que tiene, que son extraordinarias, te lo pone todo muy fácil y es muy bueno”. 

Sobre el segundo puesto logrado en la Copa, Lario afirma que las sensaciones fueron “un poco agridulces” por haber perdido e incluso comenta que la última semana estuvieron valorando su participación debido a unas molestias en el hombro de Inocencio y a la poca preparación física que habían llevado a cabo. “La Copa era un poco precipitada para nosotros. No esperábamos llegar a la final porque llevábamos solamente entrenando tres semanas. Llevo arrastrando una lesión de hombro bastantes meses que no termina de curar, pero apostamos y salió bien”. 

Sobre su desempeño y el de Christian en la competición, señala que tanto su “juego” como su “fortaleza física” fueron “de menos a más”. En menos de un mes disputarán la primera prueba del Madison Beach Volley Tour, que tendrá lugar en Melilla del 30 de mayo al 2 de junio, y está seguro de que van a dar “mucha guerra” para “intentar llegar siempre lo más alto posible” y no esperan que sea “menos de una medalla”. 

Para poder llegar en las mejores condiciones físicas posibles, comenta que han diseñado “un miniciclo de preparación física” por haber estado “poco tiempo entrenando” y cree que están con “muy buenas tentativas para Melilla”.

Inocencio Lario, junto a su compañero Christian García en el centro, en la final de la Copa del Rey de Maspalomas

Voleibol con UCAM Murcia y estudio de pilates con su hermano 

Además del vóley playa, Lario también juega al voleibol en pista con el UCAM Murcia, equipo de su tierra. Sobre si prefiere la modalidad en los pabellones cubiertos o en las orillas del mar, el jugador de Lorca lo tiene muy claro: “Soy de playa 100 por cien”. 

Llevaba mucho sin jugar al voleibol, pero el año pasado recibió una llamada del UCAM y decidió probar suerte. “Les avise que hacía muchos años que no tocaba la pista, pero es otra experiencia y es muy divertido porque es mucha gente en el equipo”. Eso sí, hay un aspecto que valora más del voleibol que del vóley playa y ese es el grupo de gente con el que convive. “Con el compañero solo somos dos, son viajes muy largos con él y llega un momento que no tienes nada más que contar. El silencio muchas veces está ahí en primera persona. En cambio en pista si no hablas con uno hablas con otro, te diviertes te ríes. Es lo único que yo echo de menos de la pista, la multitud de personas, pero por lo demás soy 100 por cien vóley playa”. 

Además de todo el entrenamiento que tiene que llevar a cabo tanto con el UCAM Murcia como con Christian, Inocencio también tiene su propio trabajo. Es empresario del ‘Studio Pilates Lorca’ y tiene que organizarse muy bien para poder compaginar todas las actividades en su rutina diaria. “El año pasado fue muy duro cuando lo quise combinar y hacerlo bien. Ahora me he hecho con un buen equipo de trabajadores, uno de ellos es mi hermano, y se están haciendo cargo del 80 y 90 por ciento del trabajo”. 

De ellos sostiene que son “dos excelentísimas personas, trabajadores, muy buenos y eficaces” y para poder llevar sus entrenamientos personales a cabo, aprovecha por las mañanas cuando no hay “gente trabajando ni clientes” y así lo puede “compaginar mejor”.