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¿Recuerdas el test que tuvieron que responder Nathan Matos y Roberto Sanfélix? En él les poníamos a prueba para saber lo que conocían el uno del otro: su comida favorita, la música que les gusta escuchar, sus manías, lo que le gusta más y lo que le gusta menos de uno y de otro… No te pierdas el test del MBVT entre la pareja que finalizó en tercera posición en el último Campeonato de España de vóley playa. ¡Disfruta del vídeo!

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¿Conoces lo que le gusta a Nathan Matos? ¿Cuál es la comida favorita de Roberto Sanfélix y lo que más le gusta de su compañero? Los dos jugadores responden a este divertido test donde podrán a prueba sus conocimientos sobre la otra persona. Si quieres conoce más sobre ellos, solo tienes que hacer click en el vídeo. ¡No te lo pierdas!

Todas las playas del circuito Madison Beach Volley Tour son muy especiales. Cada una tiene sus características, sus propias historias, su público y su afición. Todas tienen algo en común y es su manera de animar, de divertirse, su forma de involucrarse con el evento y de vivir cada punto y vibrar con cada partido. Pero si hay una playa que destaca por algo en especial esa no es otra que la de La Salvé en Laredo.

La arena, la ubicación, la temperatura. La playa, la afición y lo especial del lugar. Todas estas cosas y muchas más son las que hacen de Laredo y de su playa principal, la de La Salvé, uno de los sitios donde los jugadores del circuito sueñan con jugar y con ganar un título del MBVT y llevárselo a su palmarés.

En la última edición, en la de 2019, los hermanos Javier y Vicente Monfort levantaron por tercera vez consecutiva el trofeo de la playa cántabra en el cuadro masculino. En el femenino, Paula Soria y Belén Carro lo hicieron por primera vez de manera conjunta, saboreando de este modo las mieles del triunfo en uno de los lugares más especiales. En 2020 habrá una nueva edición para seguir creciendo y disfrutando con el mejor vóley playa en este emblemático lugar, pues Laredo acogerá por octava vez una prueba del MBVT del 23 al 26 de julio.

Si La Salvé es especial para los últimos vencedores, también lo es para Nazaret Florián, quien comentaba que desde 2013 ha jugado casi todas las finales y ha ganado en tres ocasiones. «Siempre en los últimos años he estado pisando podio quedando primera o segunda y la verdad que me haría muchísima ilusión repetir el título. El año pasado quedé segunda y me encantaría poder repetir este año, sería muy especial”, señalaba antes de la prueba de 2019.

El venezolano Hernán Tovar apunta que es «una de las pruebas que le gusta mucho», que «siempre hay muy buena ambiente» y que le gusta ir «por la energía tan bonita que se transmite en esa prueba». El malagueño Manu de Amo indicaba que llevan unos «17 años jugando ahí todos los veranos» y que lo tienen «todo controlado», lo que también hace que sea muy especial para ellos jugar ahí cada temporada.

Para la gaditana Marina Saucedo siempre «ha sido el campeonato ideal» ya que además la primera final que jugó fue en La Salvé. «Tiene algo diferente, el ambiente, las gradas se llenan, a la gente le encanta. Tiene algo especial», afirma.

Para Nathan Matos «es una prueba bastante bonita y se implica mucho la gente allí porque hay mucha afición». Antes de la prueba de este año, el canario Javier Huerta tenía muchas ganas de jugar el torneo ya que le «gusta bastante» y Roberto Sanfélix se refería también al ambiente. «El año pasado jugué por primera vez allí y es una pasada el ambiente, el público y la organización. A mí me encantó”.

El cuadro masculino en el Madison Beach Volley Tour 2019 estuvo de lo más disputado, pues en todas y cada una de las pruebas hubo un campeón diferente. De todas las parejas que participaron ninguna logró repetir triunfo, lo que demuestra el alto nivel de la competición y las posibilidades tan abiertas que había de que cualquier equipo pudiera alzarse al primer puesto del podio.

En este sentido, no solo las parejas de los primeros puestos eran las que más competían por ganar, sino los equipos aspirantes a entrar en el podio también luchaban por hacerse un hueco entre los mejores, muchas veces formando duplas y tándems rocosos y muy difíciles de superar en ciertos momentos. Este fue el caso de Roberto Sanfélix y Nathan Matos, que pese a no ganar ninguna de las pruebas disputadas en 2019 no dejaron nunca de pelear por estar entre los primeros puestos empleando un gran esfuerzo que se vio recompensado al final de la temporada.

El año lo comenzaron jugando por separado en la Copa del Rey de Maspalomas. Matos lo hizo junto a Rodrigo Gallardo mientras que Sanfélix hizo lo propio con Pablo Pérez. La primera dupla tuvo que jugar la ronda previa y fue la pareja que logró la plaza que había en juego para entrar en el cuadro principal junto a los siete equipos previamente clasificados. Aún así, el nivel iba a ser muy alto e iban a toparse con parejas de muy alto nivel. En el primer encuentro perdieron ante César Menéndez y Alejandro Huerta, mientras que en el segundo partido tampoco pudieron con Inocencio Lario y Christian García, a la postre finalistas del torneo, y tuvieron que despedirse de la competición.

Por su parte, Roberto y Pablo corrieron la misma suerte. En la primera ronda del cuadro principal perdieron contra Javier Huerta y Fran Duque y en la ronda de repesca no lograron avanzar al caer también contra Óscar Jiménez y Daniel Moreno, quienes serían finalmente los ganadores de la Copa.

Pese a comenzar la temporada de una manera que no hubieran deseado, a partir del torneo de Melilla juntaron sus fuerzas y comenzaron a demostrar de lo que eran capaces si jugaban juntos. En la playa de San Lorenzo comenzaron a jugar en la ronda previa y lo hicieron con muy buen pie venciendo a Pascual/Mirabent 2-0 y accediendo de este modo al cuadro principal. En la primera ronda se vieron ya las caras con una pareja potente como la formada por Nico Zanotta y Hernán Tovar, quienes les mandaron al cuadro de repesca con una derrota por 0-2.

Aquí el camino mejoró para Matos y Sanfélix, ya que superaron por 2-0 a sus dos siguientes rivales. Ven/De Mena y J. Sanchez/Hernández se quedaron en el camino ante el ascenso imparable de Nathan y Roberto, pero cuando tenían el acceso a semifinales al alcance de la mano, Nacho Batallán y Manu de Amo frenaron sus aspiraciones al ganar por 2-0 (21-14, 22-20) y de este modo finalizaron en quinto lugar.

Con la base del trabajo ya en marcha y con un mes y medio por delante hasta el siguiente torneo, se pusieron manos a la obra para tratar de mejorar este resultado en la prueba de Isla Canela. De nuevo tuvieron que acceder desde la ronda previa, pero no tuvieron problema en superar a Mahia/Natali 2-0 y plantarse de nuevo entre los 12 mejores de la competición.

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El camino en Ayamonte tuvo el mismo guión que en Melilla. De nuevo Zanotta, aunque esta vez con Timo Platre, con quien se acabaría coronando campeón, apeó a Roberto y Nathan del cuadro principal y les mandó a la fase de repesca. De aquí lograron sacar dos victorias más, esta vez ante Batallan/de Amo y ante los chilenos Droguett/Pesenti, pero de nuevo Zanotta/Platre se volvieron a cruzar en su camino para eliminarles y dejarles otra vez con una más que meritoria quinta posición.

En los dos siguientes torneos sin embargo no iban a correr tanta suerte como en estos dos anteriores. En Laredo entraron directamente en el cuadro principal y una victoria en la primera ronda Fdez Celis/Gómez Díaz les hacía avanzar a la segunda ronda por el cuadro de ganadores y auguraba un buen torneo para una pareja siempre combativa y que estaba demostrando un buen nivel en el circuito. Aún así, la derrota frente a Lario/García el día siguiente les hizo caer de nuevo al cuadro de repesca pero una posterior derrota ante Ven/De Mena les apartaba de la competición antes de tiempo para acabar con un 9º puesto.

El mismo camino tuvieron que recorrer en el torneo de Tarragona. La victoria en la primera ronda del cuadro principal contra Mahia/Natali les hacía avanzar a la segunda ronda y rozar los cuartos de final, pero dos derrotas posteriores de nuevo ante Lario/García y ya en el cuadro de repesca ante los locales Mora/Naya les hacía finalizar con un noveno puesto por segunda vez seguida.

Quedaba ya solo una competición donde demostrar toda la calidad que atesoran e iba a ser aquí donde todo el esfuerzo, ganas y pasión que ponen en la pista en cada partido se iba a ver recompensado. En el Campeonato de España de Fuengirola volvían a empezar desde el cuadro principal y en la primera ronda superaron a Saucedo/Duque en el tie break 1-2 (21-13, 18-21, 17-19). En la segunda ronda iban a tener un duelo de altura frente a Adrián Gavira y Pablo Herrera nada más y nada menos, quienes acabaron derrotándoles 2-0 y mandando a Roberto y Nathan otro torneo más al cuadro de repesca. Aquí sin embargo las cosas se iban a dar de una manera diferente a cómo habían transcurrido en los torneos anteriores.

Ramírez Chueca/Kamenov fue la primera pareja que despejaron de su camino y de este modo lograban avanzar una ronda más. La repesca para avanzar a semifinales la alcanzaron al ganar 2-0 a De Amo/Batallán y el gran premio para ellos llegó en el siguiente encuentro. Se midieron a Daniel Moreno y Pablo Pérez y tras un disputadísimo duelo 1-2 (22-20, 17-21, 15-17) rompieron su barrera de la temporada y alcanzaban por primera vez unas semifinales.

La emoción y la alegría que tenían era inmensa y de lo más lógico ya que el pase a semifinales les permitía luchar por el pase a la final del Campeonato de España. En la ‘semi’ volvieron a medirse a la dupla olímpica Herrera/Gavira, quienes cumplieron con el guión previsto y les derrotaron 2-0 con un doble 21-15. De este modo pasaban a jugar el partido por la medalla de bronce, que debido al infortunio de la lesión de Vicente Monfort en un dedo de la mano no se llegó a jugar, con lo que Nathan Matos y Roberto Sanfélix se alzaban al tercer puesto de Fuengirola para terminar por todo lo alto una temporada en la que la garra, la lucha y el esfuerzo fueron los denominadores comunes de cada uno de los partidos que disputaron.

El Madison Beach Volley Tour recorre toda la geografía española siempre en busca de ofrecer el máximo espectáculo a los asistentes tanto en la grada con la animación como en la pista con los jugadores. El público disfruta con todos los partidos y con la música, bailes, juegos y regalos que se reparten, pero si hay una prueba especial donde también disfruta mucho una parte importante del circuito como son los jugadores, no es otra que la de Laredo.

La localidad cántabra lleva albergando siete temporadas una prueba del Madison Beach Volley Tour en su mítica playa de La Salvé. Sus 4.250 metros de longitud y 120 de anchura, aunque esta varía bastante con las subidas y bajadas de la marea, son uno de los lugares favoritos de los jugadores para ir a jugar cada temporada. Su tradición y afición volcada en cada partido hacen patente el apelativo de esta playa como la ‘Catedral’ del vóley playa español.

Una de las parejas a las que le es muy especial este torneo es a los hermanos Javier y Vicente Monfort, quienes llevan tres temporadas seguidas ganando este torneo. En 2019 se impusieron a Daniel Moreno y Óscar Jiménez en la que ha sido una de sus dos finales de este año.

También es muy especial para Nazaret Florián, quien comentaba que desde 2013 ha jugado casi todas las finales y ha ganado en tres ocasiones. «Siempre en los últimos años he estado pisando podio quedando primera o segunda y la verdad que me haría muchísima ilusión repetir el título. El año pasado quedé segunda y me encantaría poder repetir este año, sería muy especial”, señalaba antes de la prueba de 2019.

El venezolano Hernán Tovar apunta que es «una de las pruebas que le gusta mucho», que «siempre hay muy buena ambiente» y que le gusta ir «por la energía tan bonita que se transmite en esa prueba». El malagueño Manu de Amo indicaba que llevan unos «17 años jugando ahí todos los veranos» y que lo tienen «todo controlado», lo que también hace que sea muy especial para ellos jugar ahí cada temporada.

Para la gaditana Marina Saucedo siempre «ha sido el campeonato ideal» ya que además la primera final que jugó fue en La Salvé. «Tiene algo diferente, el ambiente, las gradas se llenan, a la gente le encanta. Tiene algo especial», afirma.

Para Nathan Matos «es una prueba bastante bonita y se implica mucho la gente allí porque hay mucha afición». Antes de la prueba de este año, el canario Javier Huerta tenía muchas ganas de jugar el torneo ya que le «gusta bastante» y Roberto Sanfélix se refería también al ambiente. «El año pasado jugué por primera vez allí y es una pasada el ambiente, el público y la organización. A mí me encantó”.

 

La temporada 2019 del Madison Beach Volley Tour nos ha dejado un cuadro masculino de lo más abierto y con muchas parejas que han tenido opciones de llevarse todos y cada uno de los torneos del circuito. El nivel era muy alto y ha sido muy complicado para todos los participantes hacerse con cada campeonato, pero en todos ellos ha habido un jugador que, a ojos de los aficionados, ha destacado por encima del resto.

El premio MVP Grace es el galardón que premia al mejor jugador masculino de cada torneo gracias a los votos de los seguidores en redes sociales. Mediante el hashtag #MVPGrace, los aficionados pueden votar en los perfiles de  Twitter e Instagram del circuito a su favorito entre los ocho semifinalistas. Conoce a los jugadores que se han llevado el MVP Grace esta temporada.

1. Isla Canela International Open

El primer galardón MVP Grace de la temporada se entregó en Isla Canela y el ganador fue el francés Thimotée Platre. Junto con su compañero uruguayo Nicolás Zanotta se impusieron en una espectacular final a Hernán Tovar y Javier Huerta. La victoria llegó acompañada además de este galardón para el francés y así conseguía redondear un torneo perfecto para él.

2. Laredo International Open

Vicente Monfort llegaba al torneo de Laredo junto a su hermano Javier con la intención de revalidar por tercer año seguido el título en la ‘Catedral’ del vóley playa español. Lo lograron al vencer en la final a Óscar Jiménez y Daniel Moreno y además Vicente se hizo con el premio MVP Grace al mejor jugador del torneo.

3. Tarragona International Open Trofeu Repsol

Al torneo de la playa de L’Arrabassada los hermanos Monfort llegaban lanzados tras ganar en Laredo y no se conformaban con solo una victoria en la temporada. Así, se plantaron en la final de Tarragona aunque el reto que tenían delante fue bastante complicado para los valencianos. De este modo, César Menéndez y Alejandro Huerta se llevaron el torneo, pero Vicente Monfort volvió a ser elegido por los seguidores en redes sociales como el MVP Grace del campeonato en Tarragona.

4. Campeonato España Fuengirola

El circuito Madison Beach Volley Tour 2019 llegaba a su fin con el Campeonato de España de vóley playa, que se celebraba como cada año en el Higuerón Hotel Málaga, Curio Collection by Hilton de Fuengirola. Los ganadores acabaron siendo los principales favoritos: Adrián Gavira y Pablo Herrera. Aún así, el mejor jugador del torneo para los aficionados fue Nathan Matos, quien finalizó en tercer lugar junto con su compañero Roberto Sanfélix.

Se puede ser joven y con menos experiencia y temporadas que el resto, pero eso no quiere decir que se tenga menos ilusión por intentar hacer un buen papel en un gran campeonato. Y eso es precisamente lo que quieren hacer tanto Nathan Matos como Roberto Sanfélix en el Campeonato de España de vóley playa, que se disputará del 29 de agosto al 1 de septiembre en el Higuerón Hotel Málaga, Curio Collection by Hilton de Fuengirola.

Roberto es la calidad y la templanza y Nathan la garra y explosividad en la pista, y juntos pueden dar un susto a más de una pareja. En esta temporada han jugado juntos desde el torneo de Melilla, donde encadenaron dos quintos puestos consecutivos en la prueba de la ciudad autónoma y de Isla Canela un mes y medio después, pero en las dos últimas pruebas de Laredo y Tarragona han registrado dos novenos puestos.

En el resto de la temporada, Roberto Sanfélix ha disputado el WEVZA de Quarteira en Portugal con Daniel Moreno donde acabaron en noveno lugar. En la Copa del Rey comenzaron los caminos separados, ya que Roberto jugó con Pablo Pérez y ambos se quedaron a las puertas de los cuartos de final. Nathan Matos hizo dupla junto a Rodrigo Gallardo y junto a él cayeron en la misma ronda que el equipo Pérez/Sanfélix.

De esta manera, y pese a ser el primer año que juegan juntos, ambos tienen muy claro que quieren dar la cara en Fuengirola y tratarán de alzarse como la sorpresa en el Campeonato de España del Higuerón Hotel Málaga, Curio Collection by Hilton.

El jugador Roberto Sanfélix se muestra muy contento por los resultados obtenidos en los últimos torneos y también muy motivado de cara a los siguientes del circuito Madison Beach Volley Tour, donde tiene muy claro cuál es el torneo que más ilusión le hace disputar. «El año pasado jugué por primera vez en Laredo y es una pasada el ambiente, el público, la organización a mí me encantó».

Sanfélix añade que el norte le gusta «por el clima y las playas» y no imaginaba «que el vóley iba a ser tan bien recibido en esa ciudad», a lo que recalca que tiene «muchas ganas de todo pero de Laredo muchas más que el resto».

La evolución que ha experimentado en el torneo de Melilla respecto a la Copa del Rey de Maspalomas no tiene dudas de que ha sido por el cambio de pareja, ya que en la Copa jugó con Pablo Pérez y en la ciudad autónoma con Nathan Matos. «Debido a que la selección llamó a Pablo para jugar el Mundial sub 21 y otros campeonatos tuve que jugar con Nathan en Melilla. Nos vino a los dos un poco de imprevisto porque yo me quedé solo pero busqué pareja y hablé con él y al final entrenamos en Alicante un par de días».

De Matos, que vive en Galicia, solamente tiene buenas palabras sobre él. «Es un chaval genial tanto dentro como fuera de la cancha y en Melilla nos entendimos a la perfección. Los partidos salieron bien, jugamos bien y fue una pena no pasar a semis, lo veíamos muy cerca».

Tanto Pablo como Nathan son dos jugadores muy diferentes y Roberto lo explica con todo tipo de detalle. El complemento que buscaba con Nathan lo encontró, ya que lo que necesitaba era un bloqueador fuerte para formar con alguien un buen equipo. «Con Pablo llevo jugando desde que empecé en el vóley playa y yo estaba en la posición de bloqueador. Es un cambio enorme pero yo desde hace tiempo quería jugar atrás ya que yo no tengo las condiciones fisicas para estar arriba en la red y la verdad que estaba buscando un bloqueador para Melilla».

Roberto añade que lo principal era que él quería ir a jugar. «Si me quedaba sin nadie me daba igual ir a bloquear o a defender, pero tuve la suerte de encontrarme con Nathan, que es un bloqueador genial, es un animal en la red. Este año estoy entrando a jugar atrás de defensor y la verdad que bien».

A Nathan, indica, ya le conocía de otros campeonatos pero se quedó alucinando cuando le vio jugar en la Copa con Rodrigo Gallardo. «Es un rival que a la hora de jugar contra él hay que respetarle y tener cuidado. Tengo la suerte de haber jugado con él en Melilla y de poder jugar los siguientes Madison».

De cara a los torneos que vienen, se está preparando a conciencia y entrenando mucho, ya que serán 4 campeonatos en apenas mes y medio del Madison Beach Volley Tour. «Este mes de junio hemos estado entrenando bastante bien en arena y tenemos muchas ganas de que vengan los torneos. Al entrenar sabes que tienes cerca los campeonatos y los torneos pero al fin y al cabo es entrenar y es más rutina. A ver si podemos repetir el puesto en Melilla o incluso más, semifinales o final sería la caña».

El hispano brasileño Nathan Matos está muy motivado e inmerso en la temporada 2019 del Madison Beach Volley Tour, donde ha tenido una buena progresión desde la Copa del Rey de Maspalomas hasta el reciente torneo de Melilla. Pese a haber tenido dos compañeros diferentes y estar más habituado a la pista que a la arena, Nathan no se pone límites de cara a las cuatro siguientes pruebas. «Siempre pienso en llegar lo más lejos posible, no pienso en un objetivo concreto».

Nathan señala en este sentido que «mejorar los resultados de las anteriores etapas sería ideal», más aún teniendo en cuenta que él vive en Vigo y su compañero Roberto Sanfélix en Alicante. «Él está allí y hay que comprender ese handicap, intentar afrontar esos retos con ganas y con ilusión y a ver qué sale».

Los caminos de Nathan y de Roberto se han unido en la prueba melillense y seguirán juntos, si nada lo impide, el resto del circuito. «En Melilla entramos en la última previa y creo que lo hemos hecho bastante bien. Empezamos un poco a trancas pero acabamos muy bien el torneo», señala Matos, quien añade de su compañero que «lleva mucho tiempo jugando al vóley playa, es muy típico verlo en el Madison y se ve que trabaja mucho».

Aún así, en la Copa del Rey de Maspalomas tuvo que hacer pareja con Rodrigo Gallardo, una experiencia que califica que fue «bastante bien». Indica que no esperaban «haber entrado en el cuadro principal ya que era complicado porque solo había una plaza» pero que al final hicieron «un buen papel».

Uno de los aspectos más característicos del juego de Nathan es la intensidad y la garra con la que juega cada punto y cada partido. Es habitual verle celebrar cada punto con rabia y mucha pasión. «Soy una persona que sino está con fuerza, con garra con ganas de querer hacer el punto no entro en el juego. Me viene de siempre, de intentar pelear por las cosas e intentar que me salgan. Cada punto hay que lucharlo al máximo, es un deporte muy psicológico entre tú y tu pareja y al fin y al cabo es innato. Desde pequeño en cada punto lo luchaba. Soy mas de pista que de playa, pero juego igual en las dos con esas ganas».

Respecto a este último punto, cabe destacar que Nathan tiene una trayectoria mucho más amplia en voleibol de pista que en vóley playa, pero aún así dice que disfruta mucho jugando en la arena. «Son deportes diferentes, pero a mí me encanta el vóley playa solo que estos dos últimos años estuve con lesiones y no pude disputar pruebas. Tuve la oportunidad de meterme este año otra vez, al final un poco accidentado porque en la Copa nos metimos Rodrigo y yo pero pensábamos que no íbamos a poder por no tener muchos puntos, pero al final entramos».

Respecto a las pruebas que quedan del circuito, Nathan comenta que Laredo le «gusta mucho» porque allí jugó su primer torneo del MBVT en 2015. «Es una prueba bastante bonita, se implica mucho la gente allí porque hay mucha afición». A Tarragona y Ayamonte no ha podido acudir aún en ediciones previas, pero la prueba de Fuengirola la considera «muy buena porque es el final del campeonato y montan muy bien las cosas».