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El jugador Roberto Sanfélix se muestra muy contento por los resultados obtenidos en los últimos torneos y también muy motivado de cara a los siguientes del circuito Madison Beach Volley Tour, donde tiene muy claro cuál es el torneo que más ilusión le hace disputar. «El año pasado jugué por primera vez en Laredo y es una pasada el ambiente, el público, la organización a mí me encantó».

Sanfélix añade que el norte le gusta «por el clima y las playas» y no imaginaba «que el vóley iba a ser tan bien recibido en esa ciudad», a lo que recalca que tiene «muchas ganas de todo pero de Laredo muchas más que el resto».

La evolución que ha experimentado en el torneo de Melilla respecto a la Copa del Rey de Maspalomas no tiene dudas de que ha sido por el cambio de pareja, ya que en la Copa jugó con Pablo Pérez y en la ciudad autónoma con Nathan Matos. «Debido a que la selección llamó a Pablo para jugar el Mundial sub 21 y otros campeonatos tuve que jugar con Nathan en Melilla. Nos vino a los dos un poco de imprevisto porque yo me quedé solo pero busqué pareja y hablé con él y al final entrenamos en Alicante un par de días».

De Matos, que vive en Galicia, solamente tiene buenas palabras sobre él. «Es un chaval genial tanto dentro como fuera de la cancha y en Melilla nos entendimos a la perfección. Los partidos salieron bien, jugamos bien y fue una pena no pasar a semis, lo veíamos muy cerca».

Tanto Pablo como Nathan son dos jugadores muy diferentes y Roberto lo explica con todo tipo de detalle. El complemento que buscaba con Nathan lo encontró, ya que lo que necesitaba era un bloqueador fuerte para formar con alguien un buen equipo. «Con Pablo llevo jugando desde que empecé en el vóley playa y yo estaba en la posición de bloqueador. Es un cambio enorme pero yo desde hace tiempo quería jugar atrás ya que yo no tengo las condiciones fisicas para estar arriba en la red y la verdad que estaba buscando un bloqueador para Melilla».

Roberto añade que lo principal era que él quería ir a jugar. «Si me quedaba sin nadie me daba igual ir a bloquear o a defender, pero tuve la suerte de encontrarme con Nathan, que es un bloqueador genial, es un animal en la red. Este año estoy entrando a jugar atrás de defensor y la verdad que bien».

A Nathan, indica, ya le conocía de otros campeonatos pero se quedó alucinando cuando le vio jugar en la Copa con Rodrigo Gallardo. «Es un rival que a la hora de jugar contra él hay que respetarle y tener cuidado. Tengo la suerte de haber jugado con él en Melilla y de poder jugar los siguientes Madison».

De cara a los torneos que vienen, se está preparando a conciencia y entrenando mucho, ya que serán 4 campeonatos en apenas mes y medio del Madison Beach Volley Tour. «Este mes de junio hemos estado entrenando bastante bien en arena y tenemos muchas ganas de que vengan los torneos. Al entrenar sabes que tienes cerca los campeonatos y los torneos pero al fin y al cabo es entrenar y es más rutina. A ver si podemos repetir el puesto en Melilla o incluso más, semifinales o final sería la caña».

El hispano brasileño Nathan Matos está muy motivado e inmerso en la temporada 2019 del Madison Beach Volley Tour, donde ha tenido una buena progresión desde la Copa del Rey de Maspalomas hasta el reciente torneo de Melilla. Pese a haber tenido dos compañeros diferentes y estar más habituado a la pista que a la arena, Nathan no se pone límites de cara a las cuatro siguientes pruebas. «Siempre pienso en llegar lo más lejos posible, no pienso en un objetivo concreto».

Nathan señala en este sentido que «mejorar los resultados de las anteriores etapas sería ideal», más aún teniendo en cuenta que él vive en Vigo y su compañero Roberto Sanfélix en Alicante. «Él está allí y hay que comprender ese handicap, intentar afrontar esos retos con ganas y con ilusión y a ver qué sale».

Los caminos de Nathan y de Roberto se han unido en la prueba melillense y seguirán juntos, si nada lo impide, el resto del circuito. «En Melilla entramos en la última previa y creo que lo hemos hecho bastante bien. Empezamos un poco a trancas pero acabamos muy bien el torneo», señala Matos, quien añade de su compañero que «lleva mucho tiempo jugando al vóley playa, es muy típico verlo en el Madison y se ve que trabaja mucho».

Aún así, en la Copa del Rey de Maspalomas tuvo que hacer pareja con Rodrigo Gallardo, una experiencia que califica que fue «bastante bien». Indica que no esperaban «haber entrado en el cuadro principal ya que era complicado porque solo había una plaza» pero que al final hicieron «un buen papel».

Uno de los aspectos más característicos del juego de Nathan es la intensidad y la garra con la que juega cada punto y cada partido. Es habitual verle celebrar cada punto con rabia y mucha pasión. «Soy una persona que sino está con fuerza, con garra con ganas de querer hacer el punto no entro en el juego. Me viene de siempre, de intentar pelear por las cosas e intentar que me salgan. Cada punto hay que lucharlo al máximo, es un deporte muy psicológico entre tú y tu pareja y al fin y al cabo es innato. Desde pequeño en cada punto lo luchaba. Soy mas de pista que de playa, pero juego igual en las dos con esas ganas».

Respecto a este último punto, cabe destacar que Nathan tiene una trayectoria mucho más amplia en voleibol de pista que en vóley playa, pero aún así dice que disfruta mucho jugando en la arena. «Son deportes diferentes, pero a mí me encanta el vóley playa solo que estos dos últimos años estuve con lesiones y no pude disputar pruebas. Tuve la oportunidad de meterme este año otra vez, al final un poco accidentado porque en la Copa nos metimos Rodrigo y yo pero pensábamos que no íbamos a poder por no tener muchos puntos, pero al final entramos».

Respecto a las pruebas que quedan del circuito, Nathan comenta que Laredo le «gusta mucho» porque allí jugó su primer torneo del MBVT en 2015. «Es una prueba bastante bonita, se implica mucho la gente allí porque hay mucha afición». A Tarragona y Ayamonte no ha podido acudir aún en ediciones previas, pero la prueba de Fuengirola la considera «muy buena porque es el final del campeonato y montan muy bien las cosas».